¿Estuvo realmente pintada la fachada del Rectorado de la US?

Patrimonio

La aparición de restos polícromos en varios elementos fundamenta esta hipótesis

Algunos expertos cuestionan esta teoría y aseguran que se trata de pigmentos para tapar fisuras

Hallazgo en la US: la fachada principal del Rectorado estuvo pintada

El alcalde Antonio Muñoz durante el acto celebrado el jueves para presentar la restauración de la fachada.
El alcalde Antonio Muñoz durante el acto celebrado el jueves para presentar la restauración de la fachada. / Juan Carlos Muñoz

Es la pregunta que se realizan algunos expertos tras la restauración acometida en la fachada principal de la antigua Fábrica de Tabacos de Sevilla y actual sede central de la Hispalense. La duda surge –como apuntó la propia universidad el pasado jueves– tras haberse encontrado restos de policromía ocre en diversas zonas de la entrada principal, especialmente en el escudo y las jambas.

Para algunos especialistas, estos restos fundamentarían la hipótesis de que en algún momento de su historia, el edificio que ahora alberga al Rectorado de la Universidad de Sevilla (US) tuvo su pórtico principal pintado, total o parcialmente.

Sin embargo, otros expertos consultados por este periódico descartan tal posibilidad, al cuestionar que esos restos puedan considerarse policromía, por lo que serían pigmentos a los que se recurrió en una operación de mantenimiento, esto es, para tapar desperfectos que se habían acumulado por erosión o contaminación ambiental. Para ello, se empleó una tonalidad similar al de los sillares que componen la casi totalidad de la fachada de este emblemático edificio.

El hecho de que hayan aparecido restos de esta sustancia con la misma tonalidad en diversas zonas descartaría que la fachada barroca hubiera sido policromada, ya que de ser así, se hubiera empleado un color distinto para cada elemento.

Detalle de uno de los elementos que conforman la portada barroca del Rectorado.
Detalle de uno de los elementos que conforman la portada barroca del Rectorado. / Juan Carlos Muñoz

Tal posibilidad también se barajó en su día para la icónica figura de la Fama que corona la antigua Fábrica de Tabacos, al insinuarse que sus alas, en origen, estuvieron doradas. Una hipótesis que también se descartó.

Teorías aparte, lo cierto es que esta importante restauración permite contemplar en perfecto estado uno de los pórticos barrocos más importantes de España. De igual modo, ha servido para descubrir la existencia de estructuras que se usaron para la instalar doseles y decoraciones efímeras con motivo de actos o momentos históricos relevantes.

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