La Real Maestranza invierte en la restauración de su sede histórica

Patrimonio histórico

El arquitecto Carbajal Navarro dirigirá la renovación del castillete del inmueble del Paseo de Colón, obra de Aníbal González, afectado por la conocida como pudrición parda

La Casa de la Real Maestranza en el Paseo de Colón
La Casa de la Real Maestranza en el Paseo de Colón / José Ángel García

Sevilla/El gran castillete que corona la histórica sede de la Real Maestranza, la casa del Paseo de Colón construida bajo la dirección de Aníbal González, ha de ser restaurado sin más dilaciones. Es un edificio sobre el que casi no se ha intervenido desde su construcción. La única obra fue en 1968 para construir un amplio salón en el pasaje que comunica el inmueble con la plaza de toros.

Ubicación del castillete de la Maestranza.
Ubicación del castillete de la Maestranza. / Dpto. Infografía

La Real Maestranza afrontará esta nueva obra con una inversión –más de 100.000 euros– que dirigirá el arquitecto José Antonio Carbajal Navarro, que habitualmente se encarga de las grandes proyectos de restauración que emprende la institución nobiliaria. En el castillete se encuentra la vivienda del conserje, un uso que seguirá manteniendo tras la restauración. Se trata de unas dependencias con escalera propia desde la calle Circo, y que está comunicada con la escalera principal de la Casa en las plantas baja y primera.

Casa de la Corporación de la Maestranza.
Casa de la Corporación de la Maestranza. / Dpto. Infografía

La madera de la cubierta está afectada por la conocida como pudrición parda, consecuencia de las entradas de agua, por lo que presenta un ataque generalizado de hongos xilófagos con la consiguiente pérdida de sus características resistentes. El material sobre el que descansa el castillete prácticamente se ha perdido, se encuentran afectados un gran número de péndolas, y se ha perdido parte de la tablazón sobre el que se instalan las tejas. Todas estas deficiencias, así como otras menores que se detallan en el informe, obligan a a una obra de sustitución. La nueva armadura se realizará en madera laminada.

La restauración de la cubierta.
La restauración de la cubierta. / Dpto. Infografía

Se suprimirán los tirantes colocados como soluciones provisionales, pues ya no serán necesarios. Los pináculos perimetrales y el central serán retirados durante la obra y restituidos posteriormente. Las obras no alterarán la composición general del edificio, ni su sistema estructural. Tan sólo en el interior de la habitación, las conducciones de electricidad serán retiradas de su posición actual pasando a empotrarse en la fábrica perimetral.

Una restitución estricta

Se trata de una obra de restitución estricta en un edificio catalogado –de alto valor histórico-artístico de unas armaduras de madera que han mostrado su eficacia y resistencia a lo largo de casi un siglo. Y se trata de reparar todos los daños, las deformaciones que se han producido por la degradación ocasionada por la pudrición parda.

El proyecto se basa en el análisis del comportamiento de las armaduras en los últimos años. Se tiene claro que conviene sustituir toda la madera original de pino por madera laminada. Se contempla igualmente la impermeabilización de la cubierta y el tratamiento de la nueva madera con insecticidas y fungicidas.

La Casa de la Corporación es obra de Aníbal González, fechada entre 1927 y 1929.

El testimonio de expertos

Fue ocupada con carácter definitivo en 1930, una vez que su interior fue acondicionado bajo la dirección del conde de Bulmes, justo un año después del fallecimiento del célebre arquitecto. Se trata de un inmueble muy valorado por expertos como Víctor Pérez Escolano y Auxiliadora Cuaresma, que estudiaron su arquitectura, como se refleja en el proyecto: “Es una obra muy especial dentro de su producción; su estilo, de un clasicismo muy depurado con paramentos exteriores blanqueados, es totalmente infrecuente en su arquitectura. El arquitecto utiliza una vez más el valor luminoso y colorístico del fondo blanco sobre el que ubicar, según arte, los huecos y portadas, cornisas e impostas, resueltos ahora con el código clasicista que le es caro en esta fecha de 1928”.

El testimonio de Alberto Villar Movellán también es recogido en el mismo proyecto: “La Casa de la Real Maestranza de Caballería es representativa de ese otro estilo en que Aníbal González hace dialogar el blanco de los parámetros con la piedra de las embocaduras, en un neo-barroco muy matizado. Es por otra parte muestra del gran oficio del arquitecto, que supo resolver de modo impecable la estética misma del edificio y el encaje en su entorno, componiendo en total armonía con la histórica plaza de toros”.

Otro proyecto

La Real Maestranza ya ha dado el primer paso para comenzar a convertir en apartamentos turísticos las casas que tiene en propiedad en la calle Adriano. La institución nobiliaria, que dirige Santiago de León Domecq como teniente de hermano mayor, cuenta ya con el proyecto de rehabilitación del edificio del número 27 de la referida calle. La inversión será de casi 800.000 euros para dejar a punto la casa, donde irán cinco apartamentos turísticos, de categoría de dos llaves, y un local comercial en planta baja. El proyecto es obra también de Carbajal Navarro, que ha dirigido, entre muchos otros proyectos de importancia, las remodelaciones de la plaza de toros.

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