Rajoy sale del letargo y 'echa' a Camps
El PP valenciano se mueve con rapidez y nombra sucesor a Alberto Fabra, alcalde de Castellón, tras una reunión de urgencia · "Me voy con menos de lo que vine"
Francisco Camps sucumbe finalmente a la presión que durante más de dos años ha pesado sobre él por su implicación en el caso Gürtel. Ayer dimitió como president de la Generalitat, aunque se va enarbolando la bandera de la inocencia, a la que algunos, en estos últimos días, creían que iba a renunciar.
Camps lo dijo alto y claro durante los cerca de quince minutos que duró su comparecencia, retransmitida en diferido pese a la petición del Canal 24 Horas de TVE a Canal 9: "Soy inocente, completamente inocente de las barbaridades que en estos años se han dicho de mí", afirmó, desechando cualquier posibilidad de asumir que las empresas de la trama Gürtel le hicieron regalos, el ya famoso delito de cohecho pasivo impropio por el que será juzgado.
Rodeado de los miembros de su Gobierno, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, el diputado del PP por Alicante Federico Trillo y sus más íntimos colaboradores, el president anunció en una emotiva intervención que se iba, que se "sacrificaba" por su partido, por los valencianos, por Mariano Rajoy y por España. Se acaban así las especulaciones de los últimos días que indicaban que Camps iba a asumir el delito de cohecho pasivo y seguir al frente de la Generalitat, y que ayer se acrecentaron después de que el exvicepresidente del Consell Víctor Campos y el exjefe de gabinete de la Conselleria de Turismo Rafael Betoret, también implicados en la causa, asumieran la autoría de ese delito por la mañana.
Ya sólo faltaban Camps y el exsecretario general del PPCV Ricardo Costa, que según publicaban algunos medios en sus ediciones digitales, estaba dispuesto a reconocer que aceptó los regalos, cumpliéndose así la condición indispensable para que se anulara el juicio: que todos los acusados reconocieran su culpa.
Pero el president de la Generalitat se saltó lo que parecía un guión ya escrito, ya que hubo un momento a lo largo de la mañana en que la puerta del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) se abrió a la espera de un coche oficial que nunca llegó, el de Camps. El sí lo hizo, a pie, hace justo 26 meses, cuando declaró como imputado.
Esta incomparecencia judicial hizo que algunos se sorprendieran cuando el jefe del Consell reivindicó después su inocencia y la del resto de procesados, pero ya para entonces se sentía "liberado" para defenderse "donde corresponda" de las "infamias" y las "insidias" que le han llevado a dimitir. Camps también tuvo palabras para el presidente de su partido, Mariano Rajoy, al que ofreció su sacrificio porque no quiere ser "ni el más mínimo obstáculo" para que su voz "clara y nítida" llegue a La Moncloa. "España necesita un gran líder y un gran proyecto".
El president fue fiel a sus costumbres hasta el final y no admitió preguntas de los medios de comunicación, que sí fueron testigos de cómo Camps se fundía en un abrazo con Barberá, Trillo y sus consellers, con el aplauso de fondo de algunos de los que le han acompañado en estos ocho años de mandato.
La gran duda es saber hasta qué punto Rajoy ha influido en la decisión de su barón regional [ver información adjunta]. Ayer, distintas fuentes del PP se contradijeron, aunque en el principal partido de la oposición predomina la sensación de que Rajoy ha dado un puñetazo sobre la mesa. En cualquier caso, el PPCV ya ha hecho sus deberes: Alberto Fabra, actual alcalde de Castellón, será el nuevo líder autonómico. Fabra, quien fue propuesto por Camps y fue elegido por aclamación en una reunión celebrada ayer por la tarde en Valencia, anunció su intención de mantener a las mismas personas que conformaban hasta ahora tanto el Consell como la dirección del partido y del grupo parlamentario en la región.
El plazo máximo para que les Corts Valencianes celebren el pleno en el que se elegirá al nuevo president es de 19 días, señalaron fuentes del parlamento autonómico. El secretario general del PSPV, Jorge Alarte, adelantó que el grupo socialista no presentará candidato y facilitará la investidura de Fabra. Además, lamentó "profundamente" que la "historia" les haya dado la razón" después de dos años de caso Gürtel y del discurso "no realista" de Camps.
Diputados del PP en el Congreso coincidían en que la dimisión de Camps es la mejor decisión para el partido y quita "un peso brutal de encima" a Rajoy, de cara las próximas elecciones generales. "Le ha hecho el favor del siglo", afirmaba un diputado que reconocía que su permanencia en el cargo dificultaba cualquier discurso de Rajoy en defensa de la honradez. Los populares insistieron en que para Camps ha sido una "tremenda injusticia", no por ello "vivamente deseada", ya que su permanencia en el cargo habría puesto a todo el PP en una difícil tesitura en la próxima campaña.
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