¿Quién fue Queipo de Llano?
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El militar, golpista en el 36, será finalmente exhumado de la Basílica de la Macarena.
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La entrada en vigor de la Ley de Memoria Democrática en octubre de 2022 ha hecho que se inicie el proceso de exhumación de una de las figuras más relevantes que la Guerra Civil y su represión posterior tuvo en Andalucía: Gonzalo Queipo de Llano y Sierra, cuyos restos se encuentran enterrados en la Basílica de la Macarena desde 1951, aunque por poco tiempo, pues la ley impide que los restos de los dirigentes del golpe de Estado se encuentren en espacios de acceso público que permitan realizar actos de exaltación a sus figuras.
El lunes 24 de octubre, desde la Secretaría de Estado de la Memoria Democrática, encabezada por Fernando Martín López, han hecho llegar al hermano mayor de la Hermandad de la Macarena (José Antonio Fernández Cabrero) una misiva en la que se pide la exhumación y traslado del militar con la mayor brevedad posible.
Esta es la culminación de un proceso que, de alguna manera, comenzó cuando se anunció la también polémica exhumación del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos en 2019. En ese momento la Hermandad de la Macarena no descartaba la opción de llevar los restos a un columbario, aunque poco antes de la entrada en vigor de la ley que finalmente obliga el traslado de Queipo de Llano de su templo, desde la Hermandad reconocían estar esperando indicaciones de qué hacer con los restos. Pero ¿quién es Queipo de Llano y qué hizo durante su vida?
La entrada en la Wikipedia de Queipo de Llano comienza a narrar su vida de la siguiente manera:
"Gonzalo Queipo de Llano y Sierra, marqués de Queipo de Llano (Tordesillas, 5 de febrero de 1875 – Sevilla, 9 de marzo de 1951) fue un militar español, teniente general del arma de Caballería, conocido por su participación en la Guerra Civil (…) Con un número reducido de hombres, dirigió el golpe militar en Sevilla, uno de los baluartes frentepopulistas, e inició una fuerte represión que ocasionó solamente en Sevilla en el periodo comprendido entre el 18 de julio de 1936 y enero de 1937 la muerte de 3.028 personas".
Juan Ortiz Villalba, autor del libro 'Del golpe militar a la guerra civil. Sevilla 1936', es uno de los expertos que más han analizado este periodo histórico y que han contribuido, además, a desmontar algunos de los mitos y leyendas que perviven sobre el general. Especialmente, que el general y sus correligionarios tomaron Sevilla con toda facilidad, haciendo circular camiones cargados de moros por los diferentes barrios la ciudad. En varias entrevistas recientes, el catedrático asegura que su perfil de "republicano redomado fue muy útil para los golpistas".
"De hecho", explicó en su momento en declaraciones a la Cadena Ser, "cuando a las 15:00 horas de aquel 18 de julio, Queipo de Llano y su tropa avanzaron por la Campana hasta la Plaza Nueva, hasta los oficiales republicanos creyeron que eran fieles al Gobierno y estaban, a las órdenes de Madrid, declarando el estado de guerra (…) El gobernador civil tuvo que intervenir para convencer a las tropas de asalto de las verdaderas intenciones de Queipo y los demás militares, que tras una enfurecida batalla en Plaza Nueva, empezaron a darle la vuelta a la batalla a favor de los sublevados".
"Dale café, mucho café"
En Andalucía, la historia de Queipo de Llano está ligada a la de Federico García Lorca. Cuando en los años 70 publicó su libro sobre el asesinato del poeta granadino, el historiador Ian Gibson ya lo situó como la "máxima autoridad" implicada en el fusilamiento en el verano de 1936 y, justo en 2018, con motivo de la reedición y actualización de la obra insiste en la implicación directa de Queipode Llano con un relato que se mantiene intacto: el autor de 'Poeta en Nueva York' fue detenido en la casa de su amigo falangista Luis Rosales un 16 de agosto y fue trasladado a la sede del Gobierno Civil con acusaciones de ser un espía al servicio de Moscú -"por rojo y por masón" como sostiene el periodista Eduardo Molina Fajardo en su libro 'Los últimos días de García Lorca'-.
Las sombras comienzan aquí: sigue sin poder confirmarse si el asesinato se produjo en la madrugada del 18 de agosto o del 19 y su paradero sigue siendo una de las grandes incógnitas a la que siguen enfrentándose los historiadores. Ya se acometieron dos proyectos de búsqueda de sus restos en las zonas de Víznar y Alfacar donde se sitúan las principales hipótesis de enterramiento -junto al maestro Dióscoro Galindo y los banderilleros de la CNT Francisco Galadí y Joaquín Arcollas-.
En el misterio de las oscuras horas que pasó en el Gobierno Civil, la figura de Queipo de Llano se mantiene como la desencadenante del fusilamiento: en una conversación telefónica entre el gobernador civil de Granada, José Valdés, y el general en Sevilla se decidiría su trágico destino: "Dale café, mucho café".
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