La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
El espectáculo de los drones para conmemorar el V Centenario de la primera circunnavegación terminó siendo un desastre, con el público quejándose de que no se veía nada, los aparatos chocando entre ellos en el cielo y la organización suspendiendo el segundo pase del evento alegando motivos de seguridad. El espectáculo se celebraba la noche del viernes en la Plaza de España, y hasta allí llegaron miles de sevillanos para contemplarlo.
Se estima que había más de diez mil personas arremolinadas en torno al Parque de María Luisa. Para este dispositivo sólo se habían previsto ocho policías locales, que se vieron incapaces de controlar a tal masa. Fueron varios los errores que llevaron al fracaso del espectáculo. El primero fue uno de cálculo, pues nadie pensó que podía acudir tanta gente un viernes por la noche a contemplar el espectáculo.
Otro gran fallo fue el lugar elegido para el evento. Nadie hizo una prueba de visibilidad en los alrededores para comprobar si se veía bien o no desde el lugar en el que estaría el público. La organización acotó la Plaza de España y el tramo entre cancelas de la avenida Isabel la Católica como zonas de seguridad, a la que nadie podía acceder.
Resultó que el público se quedó dentro del parque, pero apenas podía ver nada porque los árboles restaban gran parte de la visibilidad. Así, muchos de los ciudadanos que allí estaban entraron en la zona de seguridad para poder presenciar mejor el espectáculo. Es precisamente el tramo entre cancelas de la avenida de Isabel la Católica el lugar con menos arboleda del parque, de ahí que fueran muchas las personas que accedieron a ella. Lo hicieron a través de las puertas pequeñas de acceso peatonal, que estaban abiertas.
Al ver que se invadía el perímetro de seguridad, la empresa responsable del evento ordenó el aterrizaje de los drones. En esa maniobra, muchos de los aparatos que sobrevolaban el cielo chocaron entre ellos y terminaron cayendo a tierra descontrolados. Incluso uno de los drones impactó sobre una de las personas que presenciaba el evento, afortundamente sin consecuencias.
El espectáculo quedó cancelado a los seis minutos de iniciarse y los que esperaban la segunda sesión se quedaron sin verla. El espectáculo estaba organizado por el Ayuntamiento de Sevilla y la Fundación Unicaja y puesto en marcha por la empresa Ehang, que recrearía imágenes y frases vinculadas con la gesta de Magallanes y Elcano.
En cuanto a la ubicación elegida, fuentes del Ayuntamiento de Sevilla precisaron que, tras pedir todos los permisos y autorizaciones, sólo se detectaron dos espacios viables para realizar esta exhibición: la Plaza de España o en Tablada, opción que no se veía viable para llevar a la gente allí.
El espacio acotado alrededor y la altura a la que volaron fueron condicionantes del espectáculo que limitaron la visibilidad y que vinieron marcados por la normativa principalmente aérea, añaden las fuentes. Ni podían volar más alto de lo que volaron ni podía haber público en la zona del entorno de la escultura de Anibal González.
Para una exhibición de este volumen (eran 300 drones) se pedían unas distancias con las viviendas más cercanas y no afectar a trayectos aéreos, que no cumplía ninguna otra zona de la ciudad. El río, que fue una opción que se barajó, tuvo que ser descartado por una serie de medidas de seguridad y de zona de lanzamiento y aterrizaje que se requerían que no eran viables.
También te puede interesar
Lo último
26 Comentarios