El Puerto dice que el informe ambiental de 2003 le permite dragar con requisitos
Los ecologistas alegan que ese permiso se dio pese a carencias que advirtió la ministra Narbona
El Puerto de Sevilla advirtió ayer que no se ha sumado a la conclusión científica final sobre el dragado del río porque considera que puede acometer esta obra en 2011 con la autorización ambiental que le concedió en 2003 el Ministerio de Medio Ambiente, con Elvira Rodríguez al frente, cuando el Gobierno central estaba en manos del PP. Esa Declaración de Impacto Ambiental (DIA), publicada en el Boletín Oficial del Estado en octubre de 2003, obligaba a la Autoridad Portuaria a cumplir 11 requisitos previos antes de ejecutar la nueva esclusa y el dragado, y también es cierto que fue cuestionada por la siguiente ministra del ramo, Cristina Narbona, cuando el PSOE alcanzó el poder, según recordaron ayer los ecologistas de WWF y expertos consultados por este periódico.
La Autoridad Portuaria declaró ayer que ya tiene listos todos los estudios previos que se le pedían en esa declaración ambiental, especialmente los referidos a la protección de las márgenes de Doñana, y recalcó que el primer informe de los científicos en el que se basa la conclusión final "no es tan drástico" respecto al dragado como se quiere hacer ver. En efecto, el documento que se conoció el pasado septiembre asegura que el dragado no modificaría sustancialmente la turbidez y salinidad del río, además de asegurar que "un dragado del canal de navegación a la cota 8 no cambia sustancialmente ni la amplitud de marea en el estuario, ni las estoas; reduce su asimetría vertical, la velocidad y las fuerzas turbulentas en el fondo; además modifica las corrientes residuales debidas a la marea (...) mejorando si se mantienen, al menos, las descargas actuales, los tiempos de residencia y la renovación de las aguas estuarinas". Sin embargo, sí alerta de que extraer material del fondo provocará erosión en las márgenes.
La asociación ecologista WWF, presente como observador en la comisión científica que ha dictaminado contra el dragado, rechaza los argumentos del Puerto de Sevilla. La entidad asegura que esa declaración de 2003 "no debía haberse concedido porque le faltaba mucha información y tenía muchas carencias", lo que provocó que fuera cuestionada por la ministra Narbona y que luego el Ministerio encargara nuevos estudios científicos que son los que ahora se conocen. "Ahora hay información científica suficiente sobre la mesa que no había en 2003", aseguró ayer Eva Hernández en declaraciones a este periódico.
Hernández insiste en que la evidencia científica ha demostrado que el río Guadalquivir requiere amplias actuaciones antes de dragar para "evitar errores graves e irreversibles, ya que lo contrario sería una inconsciencia". De ello depende, recuerda WWF, el futuro del humedal de Doñana, patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera que debe sacarse de las presiones de proyectos locales.
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