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Luis Carlos Peris
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Episodios sevillanos del siglo XX
ANTES de referirnos al período 1950-1979, la última etapa destructiva sufrida por la ciudad, ofreceremos una síntesis de las pérdidas patrimoniales más importantes registradas durante el siglo XIX y primera mitad del siglo XX. Y comenzaremos por las Puertas, para continuar con las murallas árabes, los edificios de conventos e iglesias, casas palacios y solariegas, edificios públicos singulares y un largo etcétera que constituirá un primer balance explícito del expolio sufrido por Sevilla.
En trece años, entre 1858 y 1871, Sevilla perdió trece Puertas y un Postigo, heredados de la época árabe, en algunos casos reformados en los siglos XVI y XVII. Fueron pérdidas irreparables. Esta fue la segunda dilapidación masiva del patrimonio arqueológico, cultural e histórico de la ciudad, después del derribo de numerosos conventos por los invasores franceses (1810-1812) y las sucesivas exclaustraciones y desamortizaciones (1767, 1820-1823, 1834-1837 y 1868). [Ver Diario de Sevilla de 18 y 25 de mayo de 2008].
Con las destrucciones antes citadas culminó un largo período de abandono de las citadas Puertas y de las murallas, sumidas en la ruina, sin que en ninguna época las Administraciones local y nacional demostraran el menor interés por conservar estas riquezas ciudadanas, unas reliquias arqueológicas únicas y de excepcionales valores históricos y culturales. [Ver Diario de Sevilla, serial dominical de veintiocho capítulos desde el 8 de enero al 23 de julio de 2006].
Como anécdota, subrayamos que las murallas de Ávila, ahora símbolo máximo de aquella ciudad, existen porque sus autoridades municipales no lograron contar en su momento con presupuesto para su derribo, como proyectaron en varias ocasiones en los siglos XVIII y XIX, para ensanchar el perímetro urbano. Algo parecido sucedió con el sevillano Postigo del Aceite, que se salvó de la piqueta por estar habitada su parte superior y abrirse un pleito entre el Ayuntamiento y el duque de Medinaceli. Y los restos visibles de murallas árabes que existen ahora en Sevilla, las de la Macarena y las del Valle, no fueron nunca restaurados y ni siquiera reparadas parcialmente en toda su historia, desde el siglo XIII, hasta que en 1984, a finales del siglo XX, el Ayuntamiento presidido por Manuel del Valle Arévalo decidió la actual restauración. A este tema dedicaremos nuestra próxima entrega (Ver Diario de Sevilla del 11 de mayo de 2008). Pero también las murallas sevillanas existen de milagro. Las de la Macarena porque no prosperó la propuesta de derribarlas presentada al pleno municipal por el concejal Ildefonso Cuesta González (Partido Republicano Radical-Coalición Republicano Socialista), el 14 de agosto de 1931. Y las del Valle porque estuvieron semiocultas, primero en el recinto del convento del Valle (Sagrado Corazón, monjas dominicas) (1403-1810-1814-1835) y luego en los jardines del Colegio del Valle (Sagrado Corazón) (1866-1975).
Las fechas de terminación de los derribos que citamos han sido actualizadas según las referencias documentales aportadas por el investigador Antonio Raya, que incluyen fechas de acuerdos municipales, subastas, plazos de ejecución de las obras de derribos e inicio y final de las mismas y datos complementarios.
Por orden cronológico: 1) Puerta de la Barqueta, derribada en 1857-1858. 2) Puerta de San Juan en 1864. 3) Puerta del Arenal en 1864. 4) Puerta de la Carne en 1864. 5) Puerta Real, en 1864. 6) Puerta de Jerez (1), en 1846. 6) Puerta de Jerez (2), en 1864. 7) Postigo del Carbón en 1867. 8) Puerta de Osario en 1870. 9) Puerta de Carmona en 1870. 10) Puerta Nueva de San Fernando en 1870. 11) Puerta de Triana en 1870. 12) Puerta del Sol en 1871. 13) Puerta de Córdoba en 1869 (parcialmente).
Se mantienen: 14) Postigo del Aceite. 15) Puerta de la Macarena. 16) Puerta de la Victoria. 17) Torre cuadrada de la Cilla. 18) Torre de Abdelazis. 18) Torre de la Plata. Y 19) Torre del Oro.
Los gobiernos municipales que mandaron derribar las Puertas de la ciudad estaban presididos por los siguientes alcaldes: Fernando Espinosa Maldonado y Fernández de Córdoba, conde del Águila (1856); Miguel de Carvajal Mendieta, conde Casal (1856-1858); Gonzalo Segovia (1858); Juan José García de Vinuesa (1859-1865); Fernando Balboa (1865); Joaquín Auñón León de Orbaneja (1866-1868); Francisco de Paula del Castillo (1868); Fernando Pons Ojeda (1869); Antonio de Austegui (1869); y Laureano Rodríguez de las Conchas (1870-1872).
[Fuentes básicas: Félix González de León, Noticia Artística de Sevilla, Imprenta de José Hidalgo, tomos I y II, 1844 (Edición facsímile de Antonio Sancho Corbacho, Abengoa, 1973), Félix González de León, Noticia Histórica del origen de los nombres de las calles, Imprenta de José Morales, 1839. Manuel Álvarez-Benavides y López, Explicación del plano de Sevilla, Imprenta de Izquierdo, 1868. Rafael Raya Rasero, Historia secreta de los derribos de conventos y puertas de Sevilla durante la Revolución de 1868, Asedeme Ediciones, 2006. Daniel Jiménez Maqueda, Las Puertas de Sevilla, una aproximación arqueológica, Fundación Aparejadores y Guadalquivir Ediciones, 1999. Antonio José Albardonedo Freire, El urbanismo en Sevilla durante el reinado de Felipe II, Guadalquivir Ediciones, 2002. Diego A. Cardoso Bueno, Sevilla, el casco antiguo…, Guadalquivir Ediciones, 2006. Nicolás Salas, Puertas y Murallas de Sevilla, Diario de Sevilla, serial dominical de veintiocho capítulos desde el 8 de enero al 23 de julio de 2006].
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