Principales alergias en primavera y cómo prevenirlas
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La primavera trae días más largos, repletos de luz, y unas temperaturas que invitan a las salidas al campo. Pero toda esta bonanza tiene sus contrapartidas, pues las alergias entran en escena y comienzan a alterar la vida de muchas personas que presentan síntomas como estornudos, goteo de nariz o molestias oculares, entre otras. ¿Se puede hacer algo para combatirlas? ¡Claro que sí!
Lo cierto es que las alergias primaverales traen consigo un rosario de molestias que puede resultar bastante incapacitante. En concreto, entre los síntomas habituales se pueden citar los siguientes:
- Congestión.
- Estornudos y mucosidad.
- Dolor de garganta.
- Ojos llorosos.
- Alteración de sentidos como el gusto o el olfato.
Este problema se explica por una hipersensibilidad al polen; es decir, se produce una reacción exagerada del sistema inmunitario ante agentes que son inocuos, pero el organismo los identifica como nocivos.
Dicho esto, seguramente muchos ya están viendo las orejas al lobo, pues la primavera llama a la puerta, y temen volver a sufrir los molestos síntomas de todos los años. Afortunadamente hay mucho que puede hacerse al respecto. Tomar antihistamínicos puede ayudar a sobrellevar el problema, pero siempre por prescripción médica, dado que no conviene incurrir en la automedicación. Existen otras medidas que se pueden adoptar, como es el caso de estas útiles pautas:
- Cerrar las ventanas de casa, especialmente por la noche.
- Mantener subidas las ventanas durante los trayectos en coche.
- Evitar las actividades al aire libre, sobre todo aquellas que impliquen acudir al campo y la montaña.
- Recopilar información acerca de las concentraciones de polen de aquellos sitios que se frecuenten.
- Poner filtros en el aire acondicionado y renovarlos con ocasión de la primavera.
- Pulverizar con agua la casa, con especial hincapié en el dormitorio antes de dormir.
- Evitar tender la ropa en días con mucho polen, así se evitará que se adhiera a la prenda.
- No barrer. Es preferible utilizar un paño húmedo o la aspiradora, ya que de esta manera no se levantará polvo.
- Proteger los ojos con gafas de sol, y no dudar en usar la mascarilla para salir a la calle.
- Tomar una ducha y cambiar de ropa cuando se vuelva a casa.
- Lavar con frecuencia las manos.
- Enjuagar bien los vegetales de la comida.
En cualquier caso, recuerda que es importante determinar a qué tipo de polen sufrimos alergia. Conviene someterse a las oportunas pruebas y, en consecuencia, una vez que se disponga de esta valiosa información, se podrá combatir de manera eficaz el problema, ya que se eludirán aquellas zonas donde abundan las plantas a cuyo polen se es alérgico.
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