Primeros pasos para ampliar el muelle de la antigua esclusa del Puerto de Sevilla
La Autoridad Portuaria analiza ya las opciones para este proyecto en unos terrenos donde no existe ahora ninguna actividad
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La Autoridad Portuaria de Sevilla está analizando en estos momentos opciones para ampliar el muelle de la antigua esclusa. El proyecto se enmarca en el crecimiento hacia el sur de la dársena que está experimentando el Puerto desde hace unos años, dejando libres otros antiguos muelles para actividades urbanas.
El primer paso que ya se ha dado es el proceso de licitación, aún abierto, para contratar la redacción de un estudio de alternativas posibles para dicho enclave, que colinda con la antigua esclusa y que está situado junto a la actual Zona Franca. Este jueves 30 de septiembre se abrirá la oferta técnica y económica y la propuesta de adjudicación se conocerá el 14 de octubre. De momento hay ocho entidades que han presentado sus propuestas y el presupuesto base de licitación es de 72.000 euros.
Según explican fuentes de la Autoridad Portuaria de Sevilla, el objetivo de este estudio es valorar las posibles alternativas compatibles con los desarrollos portuarios y siempre "bajo criterios para una gestión sostenible".
En los terrenos que son objeto del estudio en licitación no hay ahora ninguna actividad, según confirman fuentes de la Autoridad Portuaria. En esa zona sí hubo por un tiempo una concesión a la empresa Reciclados Navales, que solicitó permiso para instalar un desguace de buques en 2014.
El actual muelle
Al margen de este antiguo muelle, hay otro denominado de la esclusa que se inauguró en 1956, originariamente para la descarga de material destinado a Astilleros. Tiene 300 metros de largo y en esa época se le conoció como el muelle de ENIRA, en referencia a Empresa Nacional de Industrialización de Residuos Agricolas, un ente estatal que pretendía reutilizar productos del refinado de aceite de oliva de Jaén para producir biocombustible, un proyecto malogrado.
Según recuerda el historiador Marcos Pacheco, buen conocedor del pasado del Puerto de Sevilla, en 1975 llegó a dicho muelle Desguaces Guadalquivir, que compartió la mitad de espacio con Astilleros. Esta última empresa descargaba en este muelle grandes planchas de acero y estructuras de barcos fabricadas en otros astilleros del consorcio público IZAR. Pero en 1989 desapareció Desguaces del Guadalquivir y abrió la primera nave de Sevitrade que no consiguió la totalidad del muelle hasta entrado el siglo XXI. Por el cantil de este muelle se mueven unas 800.000 toneladas de mercancías al año.
Sevillana de Electricidad tuvo también una concesión en ese muelle donde llegó a instalar una enorme grúa para descargar piezas con destino a la central nuclear de Almaraz o a la central de Guillena.
Además, el muelle de la esclusa fue también el primero que movió la carga de proyecto o project cargo, un tipo de transporte de mercancías de grandes dimensiones o difíciles de manejar muy de moda en estos momentos. De hecho, en esta zona embarcan por ejemplo empresas como Tecade o GRI Towers, que también usa ahora el muelle de Armamento, al igual que Megusa.
Según recuerda Pacheco, allí también se llevó a cabo la construcción de los tableros del puente de Los Remedios, inaugurado en 1968: una vez fraguados en seco, se trasladaban en barcazas hasta el punto en el cual una gran grúa flotante colocaba los tableros sobre los pilotes previamente clavados por los martinetes.
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