Primeros daños en la Plaza de España un mes después de su reinauguración
La mayor parte de los desperfectos se encuentran en las bancadas de las provincias y en las fuentes · El Consistorio invierte al año 200.000 euros en dos vigilantes que controlan las 24 horas el monumento
Un mes después de su reinauguración y tras dos años de obras y más de nueve millones de euros invertidos, los desperfectos vuelven a la Plaza de España, uno de los edificios emblemáticos de la ciudad y joya de la corona de la obra del arquitecto Aníbal González. Azulejos desprendidos, remates cerámicos destrozados, forjas deterioradas... Sin que el problema sea generalizado, ya se ven los primeros indicios de un deterioro que, de no atajarse, puede derivar otra vez en la situación que obligó a cerrar esta joya de la Exposición Iberoamericana del 29.
Consciente del problema que el vandalismo puede suponer para un patrimonio que tiene en la frágil cerámica a una de sus señas de identidad (los responsables del Parque de María Luisa saben mucho de eso), el Ayuntamiento ha contratado a dos agentes de una empresa de seguridad privada que controlan el recinto las veinticuatro horas, lo que supone un desembolso anual de 200.000 euros. No parece ser suficiente.
Además, la zona que depende del Estado (arcadas y los bancos de la provincia) tiene también seguridad privada en hora de apertura del monumento, además de un sistema de videovigilancia las veinticuatro horas. Tampoco parece ser suficiente.
Como afirma una fuente del Gobierno, "un monumento abierto con miles de visitas anuales no es fácil de controlar".
Este periódico ha comprobado sobre el terreno los desperfectos. La mayoría de ellos se encuentran en los bancos donde están los mapas provinciales, en los que algunas piezas cerámicas están destrozadas. Es el caso de Álava o Guipúzcoa. En los murales de azulejos con pinturas alegóricas de las provincias, como el que pertenece a Almería, se puede apreciar la ausencia de alguna pieza en la estampa. Además, los remates cerámicos de la bancada presenta multitud de desconchones en sus esquinas.
Es en las dos fuentes para beber agua que se encuentran en el centro de la Plaza, junto a las provincias de Jaén y León, donde se puede apreciar con mayor detalle que los desperfectos han sido provocados por el vandalismo. Las bandejas de ambas fuentes se encuentran arrancadas de cuajo. Además, presentan múltiples roturas y grietas.
Aparte de los desperfectos más evidentes, algunas piezas del conjunto monumental han desaparecido o simplemente aún no han sido colocadas. Es el caso de algunos de los adornos que se encuentran situados sobre la balaustrada de la zona norte de la Plaza de España, en las que faltan pequeñas esferas que rematen las barandas.
Algunos azulejos de los pasamanos de los puentes que cruzan la ría no se encuentran del todo fijados y están sueltos, mientras que en las rejas de hierro forjado ubicadas en Capitanía General falta un escudo de hierro. A pesar de que los daños ocasionados no son muy evidentes, parecen demasiados teniendo en cuenta que el monumento se reinauguró hace sólo un mes.
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