Prevención y profesionalidad para residencias seguras
Contenido ofrecido por Clece
Clece, la empresa de personas para personas, ofrece garantías de seguridad en sus residencias consiguiendo la Certificación AENOR de Protocolos frente al COVID-19
Ante la crisis sanitaria por coronavirus que nos ha sobrevenido y nos mantiene lejos de nuestra normalidad anterior, Clece –filial de ACS– vela por la calidad de vida de nuestros mayores en los centros repartidos en todo el territorio nacional, donde profesionales altamente cualificados cuidan de este colectivo tan vulnerable.
Desde Clece aseguran que se encuentran preparados para un posible rebrote de la pandemia, gracias a la reciente Certificación AENOR de Protocolos frente al COVID-19.
Y es que la empresa ha adoptado medidas de relevancia y protocolos rigurosos que garantizan la seguridad de sus centros ante un posible rebrote.
Simulacros
Verónica Plata, coordinadora de Centros de Gestión Integral de la Dirección Regional Sur de Clece, trae a colación uno de los puntos novedosos que están llevando a cabo, como son los simulacros en residencias. "Estos simulacros surgen de la experiencia vivida. Tenemos un protocolo y hay que practicarlo", reconoce Plata. “Un posible caso de brote de COVID 19, exige un equipo de protección sanitaria y una labor de limpieza exhaustiva, además de desechar los residuos correctamente, algo muy importante para evitar la contaminación cruzada".
El evaluador apunta y graba el simulacro. Aunque se sabe muy bien el plan de contingencia, en ese momento tiene prohibido asesorar, sugerir o aconsejar con el fin de que sea lo más realista posible y, con posterioridad, puedan analizar los puntos débiles para conseguir mejorarlos.
"Se están realizando estas pruebas todos los meses y, en algunos centros, dos veces al mes”, reconoce Plata. Tras ellas, "hacemos autocrítica y nos reunimos y elaboramos un plan de mejora".
Todo, por supuesto, "por mantener a nuestros abuelos a salvo. Esa es nuestra prioridad y, por ello, no descansamos ni nos relajamos con el protocolo".
Test rápidos y otras medidas
En esa línea, otra de las medidas que más aceptación está teniendo, aunque no es obligatoria, es la realización de test rápidos a familiares de los residentes. De esta forma, como medida de protección sanitaria, se han puesto a disposición de cada una de las residencias que Clece gestiona de manera integral en Andalucía, test rápidos serológicos.
Para hacer uso de esta medida, la empresa ha realizado previamente todas las comunicaciones pertinentes a Sanidad, para que estén al tanto de que están llevando a cabo esta iniciativa.
Por otra parte, insiste, "dichas pruebas se realizarán semanalmente a todos los empleados de las residencias, así como a los familiares cada vez que visiten a sus mayores, gratuitamente para ellos".
En esta primera parte de la pandemia Clece no ha tenido ningún caso positivo de COVID-19 en sus residencias. Esto ha sido, reconoce Plata, "porque hemos contado con un equipo sanitario preventivo donde no ha faltado –a pesar de la escasez a nivel nacional– mascarillas, buzos, gel hidroalcohólico, etc.".
Actualmente, cuentan con un stock fijo que duraría un mes en el caso de que hubiera un nuevo brote. "Gracias a la experiencia previa hemos aprendido progresivamente y nos basamos en nuestros aciertos y rectificamos nuestros errores".
Las medidas de limpieza es otra baza fundamental en la seguridad de estos centros que ha venido para quedarse. "Ya limpiábamos bien, con profesionales, pero ahora desinfectamos con máquinas de ozono, termohigrómetro que controla la humedad ambiental evitando la posible proliferación de virus, servicios de toma de muestra en superficie analizadas en laboratorio... Tenemos que continuar con la misma energía que al comienzo de todo pero, ahora, contamos con herramientas y mucho más conocimiento". En este sentido, Clece cuenta, además, con equipos especializados en desinfección de espacios con presencia de COVID-19.
Una empresa certificada frente al coronavirus
Aunque no es la primera empresa en nuestro país en obtener este tipo de certificación, Clece ha querido sumarse a otras entidades y hacer oficial que es una organización que está preparada para evitar e, incluso actuar adecuadamente, ante posibles contagios de COVID-19. En este sentido, Inmaculada Barragán, responsable de Calidad y Medio Ambiente en la Delegación Sur-Occidental de Clece, destaca "la relevancia de la certificación de protocolos frente a la infección".
Esta certificación, explica Barragán, "garantiza la efectividad de las medidas tomadas frente al coronavirus para garantizar la seguridad de los usuarios y trabajadores". Durante estas auditorias, continúa, "se han comprobado que se están aplicando los protocolos adecuados con el fin de evitar la propagación del virus en el centro; se han revisado los planes de contingencias, protocolos de limpieza adaptados al centro así como la documentación derivada de su aplicación, registros de planificación y ejecución de limpieza y desinfección, evaluaciones de riesgos, registros de información y formación de los trabajadores, evaluaciones específicas de trabajadores vulnerables, medidas preventivas y buenas practicas implantadas en los centros".
La certificación de AENOR se entrega a la empresa tras la realización de auditorias mediante evaluaciones exhaustivas tanto presenciales como documentales. Tras una primera auditoria para la concesión del certificado, se realizarán auditorias trimestrales de seguimiento.
De esta forma, tres residencias de Clece se han certificado con AENOR:
- Residencia “Nuestra Señora de los Dolores”, en Villanueva del Trabuco, Málaga.
- Residencia Mayores Ciudad de Adra, en Adra, Almería.
- Centro residencial Municipal “ Casa del Mayor”, en San Roque.
Por su parte, otras dos residencias de Clece se han certificado con Grupo Sagital:
- Residencia de Mayores “Valle del Genal”, en Faraján, Málaga.
- Residencia de Mayores y U.E.D. “Cuevas de San Marcos”, en Cuevas de San Marcos, Málaga.
Procedimiento Clece para evitar la COVID-19
Uno de los puntos fundamentales en la obtención de la certificación ha sido la creación de un procedimiento de actuación en residencias ante la COVID-19. Se trata de un documento que recoge una selección de recomendaciones y medidas de contención adecuadas para garantizar la protección de la salud de los trabajadores y residentes y usuarios frente a la exposición del virus. Es un documento vivo que la empresa irá actualizando en función a la evolución de las medidas y recomendaciones emitidas por las autoridades sanitarias y administraciones públicas.
Grosso modo, este procedimiento recoge información como la categorización de los residentes en función de su sintomatología, resultados de pruebas o contactos con personas contagiadas. Además, este documento también especifica los protocolos de actuación a seguir frente a casos sospechosos o confirmados de usuarios, así como el procedimiento específico de limpieza frente a COVID-19, con uso de técnicas específicas de desinfección aplicadas en entornos hospitalarios.
Aparte de las medidas que deben adoptarse o la categorización de las personas en función de su nivel de exposición o contagio, este procedimiento también recoge el equipamiento que todos los centros deben tener para hacer frente a posibles contagios. Esto ha supuesto una importante inversión por parte de Clece, ya que para cumplir con este procedimiento ha sido necesaria la adquisición de materiales como cartelería informativa, dispensadores de gel hidroalcohólico en todas las estancias, elementos de protección, papeleras con apertura de pedal, equipos portátiles de ozono, compra de termohigrómetros para medir la humedad, así como la adquisición de potentes equipos de refrigeración portátiles, para bajar la temperatura de determinadas salas en caso de ser necesario.
Este procedimiento también recoge una serie de medidas organizativas que, tanto trabajadores de los centros como personal de oficina, deben seguir al pie de la letra, como acatar la señalización facilitada para acceder al puesto de trabajo lo más rápido posible, la eliminación del fichaje por huella dactilar, la obligatoriedad de tomarse la temperatura al comienzo de la jornada laboral, así como la exigencia del uso de equipos de protección en los casos indicados.
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