La ventana
Luis Carlos Peris
Perdidos por la ruta de los belenes
Los vecinos del Polígono Sur están hartos de los cortes de luz. Lamentan que las últimas informaciones aparecidas en los medios de comunicación den a entender que el problema se ha solucionado gracias a las inversiones de la administración y de Endesa. Sin embargo, aseguran que en los bloques de la barriada de Murillo conocidos como Los Rojos llevan más de cuatro semanas padeciendo apagones de entre 8 y 14 horas diarias. Esos cortes han proseguido incluso en los días de Navidad.
"Por supuesto, son sin previo aviso. No hace falta insistir mucho para comprender que así es imposible vivir", asegura la plataforma Nosotros También Somos Sevilla, que agrupa a un buen número de entidades ciudadanas, centros públicos y otros colectivos del Polígono Sur, el barrio más pobre de España.
La plataforma explica que la compañía suministradora y las administraciones "culpan a los vecinos por no pagar y por la marihuana", en referencia tanto a los enganches ilegales a la red pública, que son muy frecuentes en el barrio, como a la proliferación de plantaciones de marihuana en las viviendas del barrio, que sobrecargan la red con su elevado consumo y han provocado apagones e incendios.
"El problema es un poquito más complejo", dicen los representantes del barrio. "Vecinos con sus contratos en la mano y sus facturas pagadas desde hace cerca de cincuenta años se ven privados de este suministro. Atenta contra toda razón que se contrate y se pague un servicio, pero no se reciba. Y cuando algún vecino reclama, recibe un trato indigno y lo derivan a un complejo proceso burocrático para el que muchas personas no están preparadas", añade el comunicado de Nosotros También Somos Sevilla.
Los vecinos insisten en que llevan más de un año padeciendo cortes de luz diarios, "en plena pandemia, sin poder conservar los alimentos, sin poder utilizar las camas articuladas, sin poder usar máquinas para respirar, o para lavar y desinfectar la ropa, o calentadores que alivien el frío y la humedad, teniendo que comer bocadillos..." Estas penurias se solucionan, dicen los residentes, con una indemnización de cuatro o cinco euros después de un largo proceso. "Esto está pasando en una de las primeras potencias del mundo y en pleno siglo XXI", se lamentan.
Sobre la marihuana, Nosotros También Somos Sevilla critica que se culpe a los vecinos por no denunciar a los cultivadores. "Aunque no es del todo cierto, quien esto argumenta seguramente está muy acostumbrado a jugarse el pellejo, a que le peguen dos tiros por denunciar a un vecino, porque eso es lo que puede ocurrir. Hay pisos vacíos, vénganse a vivir aquí y den ejemplo, ¡ánimo, valientes!", ironiza la plataforma.
Para los vecinos, "la solución es más sencilla: se llama responsabilidad y se la pedimos una vez más a las administraciones, a la Justicia y a la compañía suministradora de luz". El cultivo de marihuana, dicen, tiene dos aspectos. Uno es el trabajo de las mafias enriqueciéndose. Contra ellas debe intervenir la Policía. El otro es el de "los pobres que tienen que comer y no tienen recursos y sacan algo por guardar un paquete en su casa". La plataforma hace referencia del fracaso de la renta mínima vinculada a los planes de inclusión.
Además, recuerdan, el cultivo se lleva a cabo en pisos que son propiedad de la Junta de Andalucía y están gestionados por la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA) "Llevamos decenas de años pidiendo que se elabore un censo de viviendas y personas, que se controle la compraventa ilegal de pisos y se tutele el funcionamiento de las comunidades de vecinos, ¿por qué no se hace? ¿sigue habiendo plan integral?", insisten los vecinos, que recuerdan que la ONU hizo referencia al problema hace casi un año, cuando el relator especial de las Naciones Unidas contra la pobreza visitó el barrio.
En cuanto a la Justicia, los vecinos dicen que no entienden que la Fiscalía, los jueces y la Policía "no sepan dónde se cultiva la marihuana". "No entendemos que no se intervenga y se acabe por erradicar esta situación". A Endesa le recuerdan que la instalación eléctrica tiene más de cincuenta años. "En este periodo, el consumo de cada vivienda se ha multiplicado debido a la multiplicidad de aparados que ahora tenemos y antes no. Es lógico pensar que, si no se cambia la red, seguirán los problemas"
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