Policías de paisano y vehículos camuflados contra los 'gorrillas'
El Ayuntamiento refuerza su lucha contra los aparcacoches ilegales y sólo en una semana interpone 139 denuncias · Las zonas hospitalarias son las más afectadas
El plan especial contra los gorrillas puesto en marcha por el Ayuntamiento de Sevilla hace un mes y medio se ha reforzado con policías de paisano y un coche camuflado. De esta forma, los agentes pueden denunciar a los aparcacoches ilegales de manera más discreta, sin que éstos perciban la presencia policial y opten por retirarse del lugar en el que están realizando esta práctica prohibida por las ordenanzas municipales.
Es la primera vez que la Policía Local aplica estos medios para retirar a los gorrillas de las calles de la ciudad. Por el momento están trabajando en las zonas más próximas a los hospitales, tanto el Virgen Macarena como el Virgen del Rocío, que son las más afectadas por este problema. Para autorizar el trabajo policial de paisano, los agentes han recibido el permiso correspondiente por parte de la Subdelegación del Gobierno en Sevilla.
En el primer mes de aplicación del plan especial contra los gorrillas, el Ayuntamiento ha denunciado a 625 aparcacoches ilegales. Entre el 11 de octubre y el 11 de noviembre, la Policía Local multó a 486 individuos por exigir dinero a cambio de señalar un lugar para aparcar. La mayoría de las multas se impusieron en el distrito Sur, sobre todo en el barrio de Bami y en las inmediaciones del Hospital Virgen del Rocío y la clínica Sagrado Corazón.
La Policía Local realiza una media de siete rondas diarias para perseguir a los aparcacoches ilegales y desde junio hasta la fecha actual se han interpuesto más de 1.300 denuncias. Además, se ha puesto en marcha un protocolo con la Policía Nacional para los casos de extranjeros, a los que se le abre un procedimiento de expulsión en el caso de que estén viviendo en situación irregular en España.
Pese al esfuerzo realizado por el Consistorio para atajar este mal endémico que afecta a la ciudad desde hace décadas, decenas de gorrillas continúan ejerciendo a diario en Sevilla. Hay aparcacoches que han sido multados hasta en treinta ocasiones pero a los que luego no han podido notificárseles las multas, con lo que las sanciones terminan resultando inútiles.
El Ayuntamiento mantuvo recientemente una reunión con la Fiscalía, que trasladó a los responsables municipales la imposibilidad de perseguir penalmente a los gorrillas. Para el Ministerio Público la desobediencia a la ordenanza municipal no puede considerarse como una falta o delito. Para ello debería concurrir algún otro elemento en la conducta del gorrilla, como las posibles coacciones o amenazas a los conductores que no acceden a pagar.
El Ayuntamiento inició hace un año una campaña de concienciación dirigida a los ciudadanos, para intentar que éstos no den dinero a los gorrillas. El alcalde, Juan Ignacio Zoido, ha insistido varias veces en que "seguirá dando la batalla contra esta práctica que hay que erradicar de Sevilla".
El uso de coches camuflados tiene otros precedentes en la Policía Local de Sevilla. Ya en las Navidades de 2011, un vehículo sin distintivos se dedicó a recorrer las calles del centro para garantizar la fluidez del tráfico. Dos policías multaban desde dentro a todos los coches que veían mal aparcados. También los grupos que antes trabajaban de paisano, como es el caso del Giralda, utilizaban coches camuflados para patrullar por la zona monumental de la ciudad.
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