Policías se niegan a patrullar en coches que no han pasado la ITV

La Policía Local de Sevilla se quedó ayer por la tarde con un número muy reducido de patrulleros en las calles al entender los agentes que no debían subirse a unos coches que no habían pasado la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). La mayoría de los patrulleros no han pasado esta revisión obligatoria por un error cometido por el gobierno anterior en la matriculación de los coches. En vez de registrarlos como vehículos de carácter privado -como el resto de patrulleros de las Fuerzas de Seguridad-, el encargado de matricularlos lo hizo como vehículos de servicio público, equiparándolos a las ambulancias y los taxis.

Si los primeros tienen que pasar la primera ITV a los cuatro años, los segundos han de hacerlo una vez al año durante los primeros cinco. Los vehículos policiales tienen menos de cuatro años, pero técnicamente, al estar matriculados como de servicio público, deberían haber pasado ya al menos una de las inspecciones. Fuentes municipales recalcaron ayer a este periódico que la matriculación se debió a un error y que el próximo lunes se iniciarán las gestiones pertinentes para subsanar el problema con la Jefatura provincial de Tráfico.

El problema se detectó hace aproximadamente un mes, cuando un turismo sufrió una fractura en la luna delantera tras ser alcanzado por una pequeña piedra despedida por una de las ruedas traseras de un patrullero en la SE-30. Una pareja de la Guardia Civil que circulaba por la ronda presenció los hechos y se interesó por la documentación de ambos coches. Fue ahí cuando los agentes del instituto armado informaron a sus compañeros de la Policía Local de que llevaban un vehículo que no había pasado la ITV.

Durante este mes se ha intentado llevar los coches a la inspección pero actualmente no hay fondos suficientes para ello, según explicaron varias fuentes consultadas por este periódico. Durante las últimas semanas los vehículos han salido a patrullar sin mayores contratiempos, pero ayer los policías decidieron negarse a seguir haciéndolo.

Esta decisión fue tomada precisamente el mismo día en que se había celebrado una manifestación convocada por el sindicato mayoritario en la plantilla, el Sppme, en protesta por el impago de los atrasos que les adeuda el gobierno local desde el año 2002, derivados de la reclasificación de los agentes. Desde hace una semana, los policías han iniciado también una huelga de bolis caídos que ha visto reducido enormemente el número de multas y de coches retirados por la grúa en toda la ciudad.

A última hora de la tarde de ayer estaban circulando menos de veinte coches de la Policía Local, cuya flota está compuesta por casi un centenar de vehículos. El intendente mayor, Gabriel Nevado, ordenó que salieran todos los vehículos tal y como estaban haciendo en las jornadas anteriores. Estas instrucciones motivaron que el Sppme estudiara la interposición de una denuncia contra este alto mando policial al considerar que estaba obligando a sus subordinados a cumplir una orden ilegal.

La medida emprendida ayer por los policías tuvo algunos efectos. Así, dos agentes fueron andando desde la Jefatura de la Ranilla hasta la carretera de Carmona, donde se había registrado un accidente de tráfico del que tenían que realizar el atestado. En los distritos y en las inmediaciones del recinto ferial también salieron patrullas a pie, al igual que en grupos especiales como la unidad de Medio Ambiente y el Grupo Diana.