La Policía toma el Polígono Norte en respuesta a los disturbios de la noche anterior

La Policía Nacional ha tomado la tarde de este jueves el Polígono Norte, la misma zona en la que tuvieron lugar los disturbios de la noche anterior. Decenas de agentes de distintas unidades han cerrado el barrio y han identificado a un buen número de vecinos y vehículos para comprobar si sobre ellos pesan reclamaciones judiciales o si llevaban alguna cantidad de estupefacientes o armas blancas.

En total se han identificado a 150 personas. Una de ellas ha sido detenida por infringir la ley de Extranjería. Fuentes policiales explicaron a este periódico que el operativo estaba previsto desde antes de los disturbios por parte de la comisaría del distrito Macarena, que pretende hacer redadas de este tipo de manera periódica en la zona. Debido a la tensión existente por el altercado de la noche anterior, los agentes de la comisaría del distrito solicitaron el apoyo de la Unidad de Intervención Policial (UIP).

El control se ha desarrollado durante varias horas en las principales calles del barrio. La más conflictiva, Hermano Pablo, ha estado completamente tomada por la Policía, con agentes desplegados por cada uno de los rincones de la misma. Los policías han colocado a los viandantes en una pared y han ido identificando y cacheando. También se han ido asegurando de que todos los ciudadanos llevaban colocadas las mascarillas.

Con esta operación se ha impedido durante toda la tarde el tráfico de drogas, una de las actividades ilícitas que impera en algunas de las calles por las que se han desplegado los agentes. Hermano Pablo, Virgen de Escardiel o José Bermejo son algunas de las vías en las que el negocio de los estupefacientes es algo habitual.

El espectacular despliegue policial responde a los altercados que se registraron en el barrio desde la tarde del miércoles, después de que cuatro policías locales fueran rodeados y golpeados por decenas de vecinos cuando trataban de identificar a un menor de 16 años que iba en una moto sin casco y haciendo maniobras irregulares.

Los agentes tuvieron que pedir refuerzos. Cinco policías resultaron heridos con lesiones leves y dos jóvenes de 18 y 19 años fueron detenidos por agredir a los funcionarios. Otras dos personas más fueron identificadas después como participantes en la trifulca.

Poco después de este primer incidente, se organizó en el barrio una auténtica batalla campal, en la que varios de los residentes (la mayoría de los que participaron en estos actos son delincuentes con un amplio historial delictivo) montaron barricadas con contenedores, a lo que prendieron fuego, y lanzaron todo tipo de objetos y piedras a la Policía.