La Policía confirma el uso para fines turísticos de la macro-residencia universitaria de la Palmera
Una inspección efectuada por los agentes y personal de Medio Ambiente determina la orden de suspensión y anuncia medidas disciplinarias
Sevilla/La macro-residencia universitaria de la Palmera se usa como hotel. Así lo ha conformado la inspección efectuada este jueves por agentes de la Policía Local y personal especializado de Medio Ambiente, una operación coordinada por la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento. El dispositivo se montó una vez que este periódico publico que las habitaciones de la residencia se estaban comercializando en Booking, uno los portales especializados en la gestión y venta de hoteles. La inspección ha concluido con el anuncio de medidas disciplinarias contra el establecimiento al comprobarse "indicios de un uso turístico no acorde con la licencia". Por este motivo se notificará a los responsables una orden de "suspensión de uso de la actividad turística y se adoptarán el resto de medidas disciplinarias prevista en la normativa", según siempre el Ayuntamiento de Sevilla.
Toda la información que se ofrece en Booking es la propia de un hotel para turistas, pues se hace hincapié en la proximidad de los principales monumentos de la ciudad y de las terminales de transportes. Es más, el citado portal incluye el establecimiento del número 17 de la Avenida de la Palmera entre "los diez mejores hoteles" de la zona, como pudo comprobar este periódico.
La propiedad de la macroresidencia, la entidad Xior, emitió un comunicado a media mañana en el que explicaba que la "gran mayoría" de sus huéspedes son personas que vienen a Sevilla por motivos académicos. Resulta ya llamativo que se admita que no se trata del cien por cien de los usuarios, como debería ser. La nota no explica el proceso para verificar la condición de estudiante o profesor. De hecho este periódico comprobó la facilidad con la que se pueden alquilar habitaciones a bajísimo precio en una zona cotizada de la ciudad sin mayores preguntas sobre la justificación del desplazamiento a Sevilla. Incluso nos ofrecieron habitaciones para el mes de agosto, a pesar de que se trata de un período de nula actividad académica en la ciudad. Xior asegura que sus establecimientos “no son hoteles ni ofrecen los servicios de ese tipo de establecimientos. Utilizamos distintos canales para dar a conocer la oferta de alojamiento en nuestras residencias de estudiantes especificando, claramente, que son residencias de estudiantes que ofrecen alojamiento exclusivamente a estudiantes, profesores e investigadores". La inspección realizada ayer por la Policía Local, con agentes especializados en turismo, y los inspectores de Medio Ambiente, reveló los usos de establecimiento con fines turísticos.
El asunto ha generado también la reacción del primer grupo político de la oposición en el Ayuntamiento de Sevilla. El senador y candidato del PP a la Alcaldía, José Luis Sanz, ha calificado de barbaridad el hecho de que una residencia de estudiantes se ofrezca o funcione como hotel. "¿Por qué en el gobierno municipal del PSOE no hay nadie que controle la concesión de licencias? ¿Por qué el PSOE permite que se cometan irregularidades? ¿Sabía el señor Muñoz que, finalmente, este inmueble se destinaría a actividad hotelera? ¿Está permitiendo el alcalde socialista Muñoz que se lleven a cabo estas irregularidades para beneficiar a alguien?, se ha preguntado Sanz.
La construcción de varias residencias universitarias en la Palmera ha estado marcada por la polémica. En primer lugar porque todos los proyectos presentados y finalmente llevados a cabo tienen todas las características de hoteles al plantear la necesidad de levantar determinados servicios y, sobre todo, aparcamientos subterráneos, Y en segundo lugar porque todos los proyectos han atentado contra la estética de una Avenida que es junto a la Plaza de España el icono de la Sevilla de la Exposición Iberoamericana de 1929. Todos han sido proyectos rupturistas, con un evidente aumento de la edificabilidad gracias a un PGOU que ha sido corregido ya muy tarde.
Siempre se repite la misma pauta en el fenómeno de la burbuja de las residencias universitarias. Un terreno con una edificabilidad que se dispara de pronto, un edificio de nueva construcción con plantas subterráneas para aparcamiento de vehículos, varias plantas en altura para habitaciones y unas ubicaciones siempre muy bien comunicadas con las zonas importantes de la ciudad. La fiebre de las residencias universitarias choca con los índices de natalidad y de matriculaciones, cada vez más bajos en la sociedad actual, a no ser que alguien tenga muy claro que en el caso de Sevilla habrá suficientes alumnos Erasmus como para llenar centenares de habitaciones como están siendo ultimadas o existen ya en la Palmera o el Porvenir. ¿Dónde está la clave? Los urbanistas llevan tiempo advirtiéndolo. Más pronto que tarde las residencias suplicarán el cambio formal de uso a hotelero, por eso el interés que han tenido en que se les autorizaran los estacionamientos bajo tierra en todos los proyectos. ¿O es que tantísimos alumnos cuentan con vehículo propio? No, no es previsible que lo tengan en los años en que las economías son débiles y sustentadas por las familias.
José Luis Sanz ha señalado que “solo hay un culpable: el señor Antonio Muñoz, alcalde ahora pero delegado de Urbanismo durante estos siete años de mandato. Él es el responsable del caos y la falta de control que hay en la Gerencia Municipal de Urbanismo, que no funciona por la nefasta gestión del alcalde socialista Muñoz”. “Es inconcebible que si una empresa solicita licencia para residencia de estudiantes preste luego otra actividad, no se puede consentir que se concedan licencias para una actividad y luego preste otra actividad distinta”, ha reiterado el candidato del PP a la Alcaldía. Ha añadido que “en Sevilla hace falta un mayor control de las licencias que se conceden”.
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