La Policía localiza huellas del menor del caso Marta en una botella de ron

El recipiente fue recogido durante uno de los registros practicados en el piso de la calle León XIII · Carcaño fue sometido ayer a un examen psiquiátrico en los juzgados

El menor de 15 años, en los juzgados en una imagen de archivo.
Jorge Muñoz

03 de julio 2009 - 05:03

La Policía Científica ha detectado huellas del menor de 15 años implicado en la desaparición y muerte de Marta del Castillo en una botella de ron que fue intervenida durante la reconstrucción judicial que se llevó a cabo en febrero pasado en la vivienda de la calle León XIII donde se perpetró el crimen.

Un informe entregado por la Policía Científica en el juzgado de Instrucción número 4 de Sevilla pone de manifiesto que se han hallado huellas dactilares que se corresponden con las del menor que está internado en un centro. Las huellas han sido localizadas en una botella de ron y, en principio, sólo contribuyen a corroborar que el adolescente tocó el recipiente, pero no se puede determinar que esa huella se dejara el día del crimen o con anterioridad, ya que el menor acudía con frecuencia al piso de León XIII.

El presunto asesino, Miguel Carcaño, atribuyó en su última declaración el homicidio de Marta a este menor que, según dijo, la estranguló después de ambos abusaran de ella. En esa misma declaración, Miguel Carcaño aseguró que el menor de 15 años llegó la tarde del 24 de enero "muy borracho" y añadió que ambos tomaron varias pastillas y fumaron porros de hachís.

A lo largo de la investigación, la Policía ha hallado restos de los implicados en distintos objetos intervenidos en el escenario del crimen. Los investigadores descubrieron restos de ADN de Miguel Carcaño y de María García, la novia de su hermano Javier Delgado, en un esparadrapo y en una alargadera que, según el principal implicado, es similar a la que se habría usado para asfixiar a Marta, de acuerdo con el último testimonio de Carcaño. El hallazgo de estos restos no tiene, en principio, mayor repercusión para el caso, puesto que, con respecto al esparadrapo, la novia del hermano reconoció en su declaración que llegó a utilizarlo en una ocasión tras sufrir un corte, mientras que en el caso de la alargadera es lógico que lo hayan usado personas que han estado en numerosas ocasiones en el piso de León XIII.

Mientras tanto, Miguel Carcaño compareció ayer de nuevo en los juzgados de Sevilla para someterse a un primer encuentro con el psiquiatra de la clínica forense, en cumplimiento de la orden del juez de que se examine al joven para comprobar su salud mental. El encuentro con el psiquiatra se prolongó durante unos 40 minutos, tiempo en el que Carcaño respondió a las preguntas que se le plantearon en relación a su situación personal.

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