La Policía cree que el joven de Torreblanca murió de forma fortuita
José Antonio Hernández Barrul, de 23 años, fue hallado la mañana del lunes en la laguna del Parque del Tamarguillo
Familiares y amigos ya habían peinado la zona en la que se encontró el cadáver días atrás
El joven pudo morir el mismo día de su desaparición
El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional mantiene abierta la investigación sobre la muerte de José Antonio Hernández Barrul, el joven de 23 años vecino de Torreblanca cuyo cuerpo fue hallado sin vida el pasado lunes. El cadáver fue encontrado en la laguna del Parque del Tamarguillo, en Sevilla Este, después de que se pasara una semana desaparecido.
Después de que se le haya practicado la autopsia al cuerpo, los análisis preliminares apuntan a una muerte accidental del propio joven en la laguna del parque. El cuerpo presenta unas lesiones compatibles con una caída y, en principio, no se han encontrado signos de violencia. Se está a la espera del análisis toxicológico de los tejidos y órganos del cadáver.
El cuerpo estaba con el torso desnudo y tenía los pies descalzos, lo que puede indicar que se metiera en el agua por su propia voluntad. Antes se había hallado una sudadera y herramientas del fallecido en la antigua fábrica de sanitarios Roca, en Alcalá de Guadaíra, lugar que frecuentaba. El joven tiene antecedentes por robo de cobre y era habitual que se metiera en las pozas para sustraer material que luego se utilizara como chatarra.
De hecho, tenía una reclamación judicial en el momento de su desaparición. Incluso la familia esperó tres días para denunciar su ausencia porque quiso asegurarse antes de que no estaba detenido ni preso. La zona en la que apareció el cuerpo ya había sido peinada días antes sin éxito por los propios familiares, que creían que podía parar por este lugar. Un testigo dijo haber estado con él el mismo día de su desaparición en el Parchís, un conjunto de bloques de viviendas sociales de Sevilla Este, ubicados muy cerca del lugar en el que se encontró el cuerpo.
El cadáver de José Antonio Hernández Barrul, a quien todos en Torreblanca conocen con el sobrenombre de Aarón, fue encontrado sobre las once de la mañana del lunes por un fotógrafo aficionado a la ornitología en la laguna del parque del Tamarguillo. El cuerpo estaba en avanzado estado de descomposición.
Aunque no se pudo identificar en las primeras horas, los familiares reconocieron el pantalón oscuro que llevaba el cadáver como el mismo que vestía Hernández Barrul el día de su desaparición, el pasado 30 de octubre. Los Bomberos del Ayuntamiento de Sevilla sacaron el cuerpo del agua y la Policía realizó una primera inspección ocular en el mismo lugar de los hechos.
Ni en esa primera inspección ocular ni en el posterior análisis forense del cuerpo se han encontrado signos de violencia que den pie a pensar que pueda tratarse de un homicidio. Los investigadores se inclinan en estos momentos por la posibilidad de una caída.
Los familiares de Hernández Barrul se concentraron este martes en la Delegación del Gobierno de Andalucía, en la Plaza de Espala, para protestar porque ellos consideran que la investigación se inició muy tarde. Sin embargo, probablemente su familiar se encontraba muerto desde antes de que denunciaran su desaparición, pues todo apunta a que murió el mismo día 30 de octubre.
El jefe de gabinete de la Delegación del Gobierno explicó a una representación de los familiares todos los pasos de la investigación, desde que se presentó la denuncia el día 2 de noviembre hasta que se halló el cuerpo el 6. Durante el fin de semana y la mañana del lunes, un dispositivo especial con perros estuvo buscando al joven en la fábrica de Roca, en Alcalá de Guadaíra.
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