La Policía recibió las imágenes de Álvaro Prieto mientras seguía otras intensas líneas de investigación
El visionado de las numerosas horas de grabación requiere una labor "exhaustiva", que requiere su tiempo, han aclarado fuentes de la investigación
La misma noche del domingo, en que llegaron las cámaras de la gasolinera, los investigadores estuvieron peinando la estación de Santa Junta hasta bien entrada la madrugada con la colaboración de la UME
La Policía no recibió hasta el domingo las miles de horas de grabación del caso de Álvaro Prieto
El reconocimiento por parte de la Policía Nacional de que tenía las imágenes con la electrocución de Álvaro Prieto desde la tarde del domingo y sin embargo el cuerpo fue hallado fortuitamente por un reportero de TVE que preparaba un reportaje en la mañana del lunes, tiene su explicación en que para el visionado de esas numerosas horas de grabación se requiere una labor "exhaustiva" para analizar, minuto a minuto, el contenido de todas esas grabaciones que los agentes habían ido recibiendo desde que se denunció la desaparición, según han aclarado a este periódico fuentes de la investigación, que han destacado asimismo que esa labor debía compaginarse con las otras líneas de trabajo que estaban abiertas desde el punto de vista policial y que habían llevado incluso a inspeccionar hasta altas horas de la madrugada del mismo lunes la zona de la estación de Santa Justa.
La polémica se ha producido después de que la Jefatura Superior de Policía de Andalucía Occidental haya ofrecido esta tarde un comunicado en el que informaba de cómo se había desarrollado la investigación desde que se denunció la desaparición de Álvaro Prieto, el pasado 12 de octubre. En esa nota, la Policía explicaba que las imágenes de las cámaras de la gasolinera que grabaron al joven en el momento de la electrocución, tras haberse subido al techo del tren, se habían recibido en la tarde del domingo, lo que generaba cierta inquietud respecto a por qué no se había entonces encontrado antes el cuerpo, que fue hallado de forma fortuita a la mañana siguiente por unos reporteros de televisión.
Fuentes de la investigación han aportado ahora a este periódico varias claves en relación con la recopilación de estas imágenes que pueden ayudar a comprender la intensa labor que ha realizado la Policía en la investigación de este caso. Así, han señalado en primer lugar que la Policía estaba recibiendo no sólo imágenes de las cámaras de la gasolinera que grabaron el trágico suceso, sino que desde el mismo momento en que se inició la investigación se estaban recibiendo numerosas grabaciones de otros establecimientos, de las calles y del propio recinto ferroviario.
Esto hace que las imágenes a revisar tuvieran una inmensa cantidad de horas, teniendo en cuenta además que sobre las mismas no podía hacerse un visionado normal o rápido, sino que se requería que un examen de las mismas de forma "exhaustiva", minuto a minuto. A ello se unen otras posibles dificultades, como la distancia de las cámaras al tren en cuestión en el que se subió Álvaro Prieto y la calidad de las propias imágenes, además de que en ese momento no se sabía que el joven podía haber subido a un tren.
Asimismo, los investigadores estaban desarrollando otras intensas gestiones, ya que no sólo estaban dedicados al visionado de las imágenes. De hecho, la misma noche del domingo se desarrolló una intensa búsqueda en la estación de Santa Justa, en la que participaron efectivos de la Unidad Militar de Emergencia (UME), que se prolongó hasta aproximadamente las tres o las cuatro de la madrugada del pasado lunes, han precisado las fuentes consultadas por este periódico.
Otras líneas de investigación: desde el secuestro al atropello o la marcha voluntaria
De igual forma, hay que tener en cuenta que la Policía seguía de forma paralela otras tantas líneas de investigación. Por ejemplo, como suele ocurrir en estos casos, se habían recibido numerosas llamadas de personas que decían haber visto a Álvaro Prieto fuera de Sevilla, en otras localidades andaluzas e incluso fuera de la comunidad autónoma. Estos avisos requerían, por tanto, de la correspondiente corroboración por parte de lo policías destinados al caso.
Y además no había una única línea de investigación respecto a lo que le podía haber ocurrido a Álvaro Prieto, sino que a priori estaban abiertas todas las hipótesis, desde que se tratara de una desaparición voluntaria por parte del joven cordobés, que hubiese sido secuestrado o incluso atropellado, hipótesis estas dos últimas que había apuntado la madre.
La investigación estaba abierta y requería una gran cantidad de actividad por parte de los policías, de ahí que resultara comprensible que la Policía tuviera las imágenes sobre lo que le había pasado a Álvaro Prieto en la tarde del domingo, teniendo en cuenta que el hallazgo del cadáver en el tren se produjo tan sólo unas horas después de que se hubiese peinado la estación de Santa Justa con los efectivos de la UME.
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