La Policía detiene a un vecino de Triana por el crimen del bar La Pará

La Policía Nacional detuvo ayer a un hombre de 35 años como presunto autor del crimen de Jin Ling Min, el ciudadano chino de 33 que apareció degollado el domingo por la mañana en el bar La Pará, en Triana. El presunto asesino es sevillano, vecino de este mismo barrio y tenía dos antecedentes penales por robo. De hecho, había salido de prisión hace siete meses cumpliendo condena por uno de estos delitos.

El arresto se produjo sobre la una de la tarde de ayer en la calle San Jorge, junto a la Plaza del Altozano. Es aquí donde reside el presunto autor del crimen, identificado mediante las iniciales D. C. M., que fue abordado por los agentes del Grupo de Homicidios en plena vía pública. Este hombre permanece en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía, en la avenida de Blas Infante, a la espera de que hoy los agentes que han llevado la investigación le tomen declaración. Es posible que a lo largo de la jornada de hoy también sea puesto a disposición del juzgado de instrucción 13, cuya responsable decidirá si encarcela o no al arrestado.

La Policía no descarta que hubiera algún cómplice, pero cree que el detenido actuó en solitario. Todo apunta a que este hombre era el último cliente del bar La Pará y que sorprendió a Jin cuando estaba a punto de cerrar. El móvil del crimen es el robo, tal y como apuntaban los investigadores desde el principio. Queda ahora por saber la secuencia de los hechos y qué ocurrió en el interior del bar para que el detenido le asestara presuntamente once puñaladas a Jin, varias de ellas en el cuello. El ladrón salió del bar dejándolo cerrado con llave y se llevó un ordenador portátil y un televisor de pantalla plana, además de una pequeña cantidad de dinero que había en el local.

Fue María, la viuda del propietario del negocio, quien avisó al 112 a la mañana siguiente alertada porque su marido no había vuelto a casa. La Policía se desplazó al bar y descubrió el cadáver de Jin en el cuarto de baño. Este ciudadano chino todavía no ha podido ser enterrado.