La Policía detecta que los ultras del Betis y el Sevilla son cada vez más violentos

La Brigada Provincial de Información detiene a doce de los implicados en la pelea previa al derbi entre el Betis y el Sevilla, en la que hubo cuatro heridos

Los agentes constatan que los radicales tienen un perfil muy joven, que han dejado los estudios y proceden de familias desestructuradas

Ultras de ambos equipos se citaron para pegarse en el parque del Guadaíra

Doce detenidos por la pelea de ultras del Betis y el Sevilla. / Antonio Pizarro / Dgp

La Policía Nacional ha detectado comportamientos cada vez más violentos entre los ultras del Betis y del Sevilla. En estos grupos radicales hay gente muy joven, algunos de ellos menores de edad y muchos de ellos de familias desestructuradas, que han dejado los estudios y que encuentran entre los ultras un refuerzo que no tienen en sus casas. Así lo indicó este miércoles en rueda de prensa la inspectora jefa de la Brigada Provincial de Información, Manuela Arroyo, cuya unidad acaba de terminar una operación con doce detenidos y una persona más como investigada.

Estas detenciones están relacionadas con la pelea multitudinaria entre seguidores radicales de ambos equipos, que tuvo lugar en el parque del Guadaíra el 5 de noviembre, la noche previa al partido que enfrentó al Betis y al Sevilla en el estadio Benito Villamarín. Allí se citaron para pegarse más de cien personas, entre miembros del grupo ultra del Sevilla, los Biris Norte, y los del Betis, Supporters Gol Sur y United Family. Todos iban armados con objetos contundentes, que la Policía requisó aquella noche y que han sido expuestos este miércoles. Entre ellos hay numerosos palos y piedras, algunos de ellos con restos de sangre.

Aquella noche, un dispositivo formado por agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana y de la Brigada de Información logró minimizar este enfrentamiento. Aún así, hubo al menos cuatro heridos en la pelea, que se produjo en las puertas del club Pineda, donde los vigilantes decidieron cerrar y mantener dentro a los socios para impedir que ninguno de ellos resultara herido.

El portavoz de la Policía, Joaquín Algarín, con la inspectora jefa Manuela Arroyo.
El portavoz de la Policía, Joaquín Algarín, con la inspectora jefa Manuela Arroyo. / Antonio Pizarro

Los participantes en la trifulca huyeron y se desprendieron de los objetos que llevaban para pegarse, que la Policía recuperó. Se intervinieron más de 50 palos de grandes dimensiones (entre ellos la pata arrancada de una mesa), tres barras de hierro, tres palos de hockey, un casco, cuatro pasamontañas, una bengala, un martillo, un antirrobos y multitud de piedras de diferentes tamaños.

Varias personas fueron identificadas. La Policía tenía previsto un despliegue preventivo por las inmediaciones, e identificó a varios jóvenes que se dirigían al lugar. Después, varias llamadas ciudadanas al 112 alertaron de la pelea que estaba iniciándose, ya que fue muy espectacular y generó gran alarma social en la zona.

Una vez disuelta la reyerta, comenzó una segunda fase de la operación, en la que la Brigada de Información se dedicó a hacer gestiones para localizar y detener a los contendientes. Esta segunda etapa concluyó el pasado 15 de diciembre con los arrestos de estas doce personas.

Entre ellos hay ultras de los tres grupos citados, y también un miembro de las Brigadas Blanquiverdes, del Córdoba, que se había desplazado a Sevilla para ayudar a los radicales del Betis. Muchas de estas peleas tienen un marcado carácter ideológico, pues los ultras béticos están vinculados a la ideología de extrema derecha, mientras que los sevillistas son de extrema izquierda.

La portavoz de la Policía Laura Font muestra los objetos intervenidos.
La portavoz de la Policía Laura Font muestra los objetos intervenidos. / Antonio Pizarro

La Policía destaca la dificultad para detener a estos ultras, pues entre ellos impera la ley del silencio. Ninguno de ellos ha prestado declaración y los heridos optan por no acudir al hospital. O, si lo hacen, nunca dicen que se han visto involucrados en una pelea, sino que alegan golpes accidentales, para que los médicos no abran los partes a los que están obligados cuando atienden a algún lesionado por este tipo de incidentes.

A los doce detenidos se les imputan los delitos de desórdenes públicos y riña tumultuaria. Todos ellos fueron detenidos el pasado jueves 15 de diciembre. Entre ellos hay algunos de los líderes de ambas bandas. Con esta, son 19 las operaciones contra los grupos ultras del fútbol que se han desarrollado en Sevilla en los últimos cuatro años. En ese periodo, la Policía percibe una mayor agresividad en los grupos, que se nutren de chicos cada vez más jóvenes. En estas trifulcas no sólo participan ultras del Betis y el Sevilla, sino también de los equipos extranjeros contra los que se han enfrentado, que han querido convertir la ciudad en un campo de batalla.

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