Calle rioja
Francisco Correal
El filósofo de Cerro Muriano
La Policía Nacional ha revisado con las hermandades más de 40 puntos críticos para anticiparse a los posibles problemas que puedan suceder en Semana Santa. Así lo han destacado este lunes el subdelegado del Gobierno en Sevilla, Francisco Toscano, y el comisario provincial de la Policía Nacional, Ernesto López Ganfornina, antes de la reunión mantenida con el Consejo de Cofradías y los hermanos mayores para explicarles el dispositivo de seguridad. Esta es la principal novedad de este plan, que repite los elementos básicos de los años anteriores.
Estos 40 puntos conflictivos son cruces y esquinas en las que puede acumularse mucha gente. Este año, los policías y las hermandades han examinado el asunto sobre el terreno para adelantarse a posibles problemas y saber cómo actuar ante ellos. "Era algo que se había hecho años atrás pero no con tanto nivel de anticipación e intensidad", explicó el comisario provincial.
El plan cuenta con las medidas principales de años atrás. Se aforarán distintas zonas según la afluencia de público y se volverán a utilizar el sistema de drones y antidrones, así como restricciones del espacio aéreo durante la salida de las cofradías. También se utilizará el sistema de videovigilancia, por el que los responsables policiales pueden consultar las grabaciones en tiempo real en sus teléfonos móviles, y así poder reaccionar ante cualquier incidencia con mucha más rapidez.
La Policía ha apostado este año por estrechar la colaboración con las hermandades, de forma que hay un responsable de día que cada jornada está en contacto con los jefes del dispositivo policial. Cada hermandad sabe a quién tiene que dirigirse en caso de sufrir un problema. En total, el plan cuenta con 1.800 servicios (el subdelegado prefiere hablar de servicios y no de número de agentes) previstos por parte de la Policía Nacional durante toda la semana.
Una dotación de agentes de este cuerpo acompañará a todas las hermandades en su cruz de guía durante todo el recorrido. Entre dos y seis policías abrirán paso a los cortejos. Luego, habrá momentos en los que se requiera presencia policial junto a los pasos. El aforamiento se mantiene igual que el año pasado, con los cambios de horarios e itinerarios de las distintas cofradías. Pero, recuerdan los responsables, los "aforamientos son dinámicos" e irán viéndose en función de las necesidades.
El plan cuenta con una serie de zonas de actuación preferente que se ha denominado nivel 1. Aquí se encuadran la Carrera Oficial y otros puntos estratégicos del centro de Sevilla, así como la mayoría de salidas y entradas de cofradías. En toda esta zona habrá retenes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) preparados para actuar cuando sea necesario.
Un segundo nivel será el de las zonas de actuación especial, en el que se incluyen los templos de las hermandades que no están dentro del nivel 1. A esto hay que sumar un dispositivo de apoyo a la movilidad de las personas, con presencia policial en el Metro para garantizar la llegada de los ciudadanos que viven en el Aljarafe, en Montequinto o en barrios próximos al transporte metropolitano. Todo ello se reforzará con inspecciones de los Tedax, los Guías Caninos y los agentes de la unidad de Subsuelo.
Al margen del "dispositivo visible" habrá una fuerte presencia de agentes de paisano y se mantendrá el despliegue habitual en los barrios, que no debe verse afectado por la Semana Santa. Este año, al menos la parte final de la semana, es en teoría menos complicada que el anterior, en el que coincidieron dos partidos de fútbol del Sevilla y el Betis y el Santo Entierro Grande.
El subdelegado del Gobierno y los responsables de la Policía no tienen una previsión de afluencia de público, pero visto lo ocurrido el pasado fin de semana en el centro de Sevilla, lo esperable es que haya una masificación importante el Domingo de Ramos. "Ya contamos con que en Sevilla se masifica todo, pero estamos preparados para esto", apuntó el comisario provincial, que destacó que el plan de la Madrugada con la ley seca es algo que no afecta a la Policía Nacional, pues la inspección de los bares es una competencia de la Policía Local. "Ante cualquier tipo de incidente habrá que reaccionar, que se beba alcohol o no no depende de nosotros. No podemos decidir, pero sí actuar sí hay incidentes, pero no creo que pase nada".
En cuanto a la presencia de carteristas en el centro, el subdelegado recordó que "la seguridad empieza en la actuación individual y colectiva que cada uno de nosotros tengamos". "Si somos precavidos facilitamos la labor de la Policía. Cuando hay masificación, para los delincuentes es más fácil actuar", indicó Toscano. Por su parte, el representante del Consejo, Serafín Pineda, se mostró muy satisfecho con el trabajo de la Policía Nacional y de la Policía Local y el "cariño" con el que están trabajando con las hermandades desde hace varios meses. "Animamos a todos a que participen en sus estaciones de penitencia con seguridad, pues estamos en las mejores manos".
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