La Policía Local hará controles de droga a los conductores

La Policía Local de Sevilla podrá hacer controles para detectar el consumo de drogas entre los conductores, gracias a los dos drogotest que ha adquirido el Ayuntamiento y en los que ha invertido, junto a un identificador de sustancias -para determinar el tipo y la pureza de la droga-, un total de 35.025,89 euros. Aunque la Policía Local cuenta con la tecnología necesaria para estos controles y con un número de 15 agentes que ya han realizado el curso de detección de drogas en carretera, la puesta en marcha de estas pruebas se ha retrasado porque la Fiscalía General del Estado aún no ha aprobado la instrucción elaborada por la Fiscalía de Seguridad Vial de Andalucía que regula el protocolo de actuación y establece cómo y en qué circunstancias deben hacerse estos controles.

El fiscal de Seguridad Vial de Sevilla, Luis Carlos Rodríguez León, anunció hace unos meses que la Policía Local podría hacer controles "masivos" de detección de drogas desde julio pasado, pero cuatro meses después aún no se ha aprobado la instrucción que regula las nuevas pruebas.

La Policía Local de Sevilla ya está a la espera de ese trámite para poder iniciar los controles, según explicó ayer la portavoz adjunta de este Cuerpo, Cristina Rodríguez, quien realizó una demostración de la nueva tecnología que ha adquirido el Ayuntamiento y que es capaz de detectar un amplio espectro de hasta siete tipos de droga distintos: anfetaminas, metaanfetaminas, THC (cannabis y marihuana), opiáceos, benzodiacepinas y cocaína. La fiabilidad de los resultados obtenidos con el drogotest es "del cien por cien" y los conductores están obligados a someterse a estas pruebas, al igual que en el caso de los test de alcoholemia.

La portavoz de la Policía Local explicó que la prueba de detección de drogas se realizará, sobre todo, a aquellas personas que hayan dado negativa en el test de alcoholemia y que, sin embargo, presenten síntomas a juicio de los agentes de estar bajo los efectos de las drogas: que tengan las pupilas dilatadas, temblores, o muestren signos de nerviosismo o agresividad. Cristina Rodríguez explicó que con estas pruebas se va a evitar que muchos conductores queden impunes porque, según dijo, "hay mucha gente que bebe agua y consume cocaína" y hasta ahora no se les podía imputar ningún delito en caso de resultar negativas las pruebas de alcoholemia. El hecho además de que el test de drogas se realice sólo tras un resultado negativo de alcoholemia y en caso de sospecha de consumo de drogas se debe a que el artículo 379 del Código Penal castiga la conducción bajo los efectos de alguna de esas sustancias, por lo que sí el conductor ha dado positivo en alcoholemia, no sería necesario hacerle test de drogas para imputarle y solicitar su condena.

El drogotest, mediante una muestra de saliva del conductor, es capaz de detectar la presencia de estupefacientes en ocho minutos, aunque la Policía Local está intentando recalibrar la máquina para reducir el tiempo de espera a cuatro minutos. Si el conductor da positivo, se le extrae una segunda muestra salivar, que se guarda en una probeta para su correspondiente análisis y cuyo resultado podrá usarse en el juicio, al haberse respetado una cadena de frío y de custodia de la muestra.

La portavoz indicó que estas pruebas se realizarán también en aquellos casos de accidentes en los que se produzcan fallecidos.

La instrucción de los atestados policiales será más completa

El Ayuntamiento también ha adquirido para la Policía Local un identificador de sustancias, que permitirá que en los casos de incautación de drogas la instrucción de los atestados sea más fiable y completa. Este aparato, que tiene un coste de 21.234 euros, es capaz de determinar en menos de un minuto el tipo de sustancia intervenida y el grado de pureza, lo que permitirá a los agentes hacer constar con exactitud la droga incautada. Hasta ahora, según explicó la portavoz policial, los agentes reflejaban en los atestados que la sustancia aprehendida en un registro o en un cacheo tiene la apariencia, por ejemplo, de la cocaína, pero posteriormente los análisis podían arrojar un resultado distinto: que se trate de yeso o de ibuprofeno. En estos casos, el detector identifica también estas sustancias.