Policía Local 'a burro' contra la "precaridad" en el cuerpo
Los agentes se quejan del borrador del reglamento porque los "retrotrae al siglo XIX". Hasta cinco concentraciones han confluido a las puertas del Ayuntamiento durante la celebración del Pleno.
La Policía Local de Sevilla, que desde hace semanas protesta ante las puertas del Ayuntamiento empleando un potente equipo de megafonía que reproduce música disco, ha llevado este viernes una borrica montada por un agente de uniforme y casco reglamentario de motorista.
La burra Paquera ha dejado este viernes de pastar en Castilleja de la Cuesta para ser trasladada a Sevilla, donde, en la Plaza Nueva, ha hecho una entrada casi triunfal, ya que en las puertas del Ayuntamiento han confluido cinco concentraciones de protesta, con los motivos más diversos.
Los agentes, con la burra cubierta por algunos distintivos de la Policía Local, han querido denunciar la "precariedad de parte de su material" y el "deficiente estado de conservación" de algunos coches patrulla.
Los agentes protestan también porque sospechan que no se les van a pagar algunos servicios llevados a cabo con carácter extraordinario durante la Semana Santa y la Feria, para dedicar esos fondos a otros menesteres.
Un portavoz de los policías locales ha dicho que "el Ayuntamiento no cumple la promesa" de incrementar la plantilla en trescientos agentes, por lo que los patrulleros ejercen su labor "bajo mínimos", mientras que algunas instalaciones "están que dan pena" y los agentes carecen de armeros en los que depositar sus armas, y se ven obligados a llevárselas a casa.
Igualmente se quejan del borrador de reglamento que, según los agentes, los retrotrae "al siglo XIX", con obligaciones como la de saludar militarmente a los superiores incluso de paisano, algo que consideran superado incluso en el ejército.
La protesta de la Policía Local ante las puertas del Ayuntamiento ha coincidido con otra de los bomberos de Sevilla, que reclaman el cobro de la productividad, otra de empleados municipales jubilados, que reclaman unos suplementos que han dejado de percibir, de trabajadores de la ayuda a domicilio protestando por el recorte de este servicio, y de un sindicato de enfermería, que rechaza la implantación de la zona azul en la zona del Virgen del Rocío.
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