La crisis en la Policía Autonómica deriva en la dimisión del comisario jefe
Julián Márquez presenta su renuncia después de que le impongan a dos escoltas por presiones políticas y tras retirar agentes del plan del Polígono Sur para enviarlos a San Telmo.
La crisis interna que padece desde hace semanas la unidad adscrita de la Policía Nacional a la Junta de Andalucía, conocida popularmente como la Policía Autonómica, ha derivado en la dimisión del comisario jefe de la misma, Julián Márquez. El máximo responsable de la Policía Autonómica ha presentado su renuncia al cargo después de que dos agentes se hayan reincorporado a la unidad de escoltas por presiones políticas. Ambos policías habían pertenecido a este grupo tiempo atrás y ya no figuraban en la nómina de escoltas. Sin embargo, tras una llamada a altas esferas políticas, el comisario jefe recibió la orden de sus superiores políticos de incorporar a los dos agentes de nuevo a la unidad de escoltas.
Esta injerencia política en los asuntos puramente operativos y de organización del cuerpo ha motivado la renuncia irrevocable de Julián Márquez al frente de la unidad adscrita. El comisario jefe de la Policía Autonómica ya que estaba muy cuestionado por otras decisiones que ha tomado durante su mandato. Esta misma semana, por ejemplo, este periódico publicó que estaba retirando a policías del plan especial que la Junta tiene en las Tres Mil Viviendas para cubrir las bajas por enfermedad en el Palacio de San Telmo. En concreto, los policías retirados del Polígono Sur pertenecían a la Sección Operativa de Reacción y Seguridad, a cuyos miembros había prohibido expresamente solicitar el traslado a San Telmo en varias ocasiones. Esta noticia provocó ayer la reacción de grupos políticos, como Ciudadanos, cuyo portavoz municipal, Javier Millán, que expresó su preocupación por la disminución de efectivos en las Tres Mil.
Decisiones como ésta han generado un clima de tensión en la Policía Autonómica, agravado por el propio carácter de Márquez. El comisario se ha negado a recibir en varias ocasiones a los representantes sindicales y, cuando los atendió, no siempre lo hizo con buen talante. A ello hay que añadir la propia situación de los policías que pertenecen a la unidad adscrita, en la que la falta de medios es un problema grave -los chalecos antibalas son escasos y antiguos, no hay emisora ni equipos de transmisión y los policías tampoco tienen acceso a las bases de datos de las Fuerzas de Seguridad del Estado- y en la que hay mucha diferencia salarial entre los grupos que la componen, lo que incrementa el malestar de la plantilla.
Ya el año pasado los sindicatos solicitaron a la presidenta de la Junta, Susana Díaz, la destitución de Julián Márquez, así como la del director general de Interior, José Antonio Varela, cuyo cese también podría ser inminente. Entre los motivos de las quejas destacaba el injusto reparto de los complementos salariales, que eran mucho más elevados para los mandos que para los policías. Así, el propio comisario jefe percibía un plus de 700 euros como coordinador del servicio de escoltas, una función que los sindicatos entendían que ya iba incluida en su sueldo como comisario jefe de la unidad.
Algunas centrales sindicales, como la Unión Federal de Policías (UFP) han denunciado en varias ocasiones el "caciquismo y el cortijismo" que impera en la unidad adscrita, en la que muchos de los nombramientos se deben a amistades con cargos políticos. La falta de una relación de puestos de trabajo (RPT), pese a que la unidad adscrita lleva más de 20 años en funcionamiento, mantiene esta situación de reparto injusto de los complementos entre las distintas unidades.
Todo este clima de tensión acumulado durante los últimos meses ha terminado por estallar con la dimisión de Julián Márquez, quien tampoco era visto con buenos ojos dentro de la Consejería de Justicia e Interior después de que el pasado 28 de febrero no acudiera a los actos del Día de Andalucía y delegara en sus segundos. Márquez llegó a la unidad adscrita en noviembre de 2013 procedente de la comisaría del distrito Nervión. Sucedió en el cargo a José Manuel Espina, quien estuvo siete años al frente de la Policía Autonómica y fue destituido después de que la presidenta de la Junta, Susana Díaz, fuera abucheada en un acto público en la Universidad de Jaén.
El siguiente cargo en cesar puede ser el director de Interior
El siguiente alto cargo que puede ser destituido en la Consejería de Justicia e Interior es el director general de Interior, Emergencias y Protección Civil, José Antonio Varela González. Varela fue un fichaje de la Junta en diciembre de 2012 y llegó procedente del País Vasco, donde dirigió la Ertzaintza en los tres años anteriores. Varela, ertzaina durante treinta años, solicitó una excedencia para incorporarse a la Junta de Andalucía. Fuentes policiales apuntaron este martes que su cese es inminente, si bien la Consejería de Justicia no quiso confirmar ni desmentir ni la destitución de Varela ni la dimisión del comisario Julián Márquez al frente de la Policía Autonómica. Aún no se conocen los nombres de los sustitutos, si bien suena el nombre del que fuera director general de Seguridad del Ayuntamiento de Sevilla, José Antonio de la Rosa, para sustituir a Varela al frente de Interior. En este periodo, Varela ha impulsado el papel de la Escuela de Seguridad Pública de Andalucía (ESPA), donde se han celebrado numerosos cursos para formar a los policías locales de los municipios andaluces.
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