Plazuela de Santa Ana, la esencia de Triana

A vista de pájaro, un punto verde entre tejados blancos y rojizos; a ras de suelo, un lugar en el que detenerse. La Plazuela de Santa Ana es una postal animada por sus bares y sus paseantes, llegados de todos los puntos del mundo y del barrio de Triana. En este rincón de Sevilla se habla el idioma de las tapas y las cervezas. Y se pone a prueba el cuello mirando hacia arriba para ver la torre de la parroquia de Santa Ana.

La popularmente conocida como Catedral de Triana tiene en esta plazuela su principal fachada, la cual es la primera manifestación de la arquitectura gótica hispalense. En ella su portada se representa el muro del Evangelio, que ofrece rasgos del gótico cisterciense. Por ella, sale cada primavera el simpecado de la Hermandad del Rocío de Triana para comenzar su peregrinación a Almonte.

Las hermandades que alberga la parroquia y la vecina Hermandad de la Esperanza de Triana también son protagonistas de la plaza con sus periódicos traslados y procesiones. Si la parroquia es la catedral, la plazuela es la playa mayor del barrio con más identidad de Sevilla. Para llegar a ella, hay que callejear por lugares que con nombre de personajes relevantes del arrabal trianero.

La Plazuela de Santa está entre Pelay Correa y Rodrigo de Triana. Entre un militar que cercó Triana en la reconquista con el rey San Fernando y el vigía que avistó el Nuevo Mundo con Cristóbal Colón. Aunque los últimos cambios también permitan llegar a la plazuela por la calle Párroco Don Eugenio, en honor al sacerdote y canónigo de la Catedral de Sevilla fallecido en 2018.