Plaza Virgen de los Reyes, un bonito mirador a la Giralda

"Que salga entera, por favor". Esa es una de las peticiones más recurrentes de aquellos que quieren hacerse una foto junto a la Giralda. El lugar de estas peticiones suele ser la Plaza de la Virgen de los Reyes, detrás de la Catedral de Sevilla. Desde esta confluencia de calles se puede ver la famosa e imponente torre de la Catedral a la perfección.

La fuente central, rematada con cinco faroles, es el banco perfecto para disfrutar de la Catedral. O de la fachada barroca del Palacio Arzobispal, que también se encuentra en esta plaza y está declarado como Bien de Interés Cultural. Y del convento de la Encarnación, el tercer edificio significativo ubicado en este céntrico y concurrido punto al que llegan viandantes desde la Plaza del Triunfo tras ver el Alcázar o bajando por la calle Mateos Gago después de callejear por el barrio de Santa Cruz.

La Plaza de la Virgen de los Reyes, llamada así en honor a la patrona de la ciudad, es un punto clave también durante la Semana Santa, ya que por ella pasan todos los pasos que hacen estación de penitencia a la Catedral. Aparte, también es testigo de las tradicionales procesiones del Corpus Christi y de la Virgen de los Reyes, cada 15 de agosto.

La evolución de esta plaza, testigo de hitos históricos de la ciudad, continúa. La última aportación fue en 2012, cuando se inauguró un monumento a Juan Pablo II, realizado por Juan Manuel Miñarro. El papa polaco visitó Sevilla en 1982 con motivo de la beatificación de Sor Ángela de la Cruz y en 1993 para clausurar el XLV Congreso Eucarístico Internacional.