Visto y Oído
Francisco Andrés Gallardo
Emperatriz
LAS PLAZAS MÁS BONITAS DE SEVILLA
Es posible que muchos de los que pasan a diario por este lugar no sepan su nombre oficial y sí el oficioso. La Plaza de San Leandro es la Pila del Pato para casi todos. La fama de su fuente invade este punto del centro de Sevilla ubicado entre la iglesia de Santa Catalina y la Alfalfa. El convento de monjas agustinas de San Leandro, también muy popular por sus dulces yemas, le da nombre a la plaza y ocupa una de las tres fachadas que la rodean.
La Pila del Pato es como se conoce a una bicentenaria y renacentista fuente de mármol que ahora está en la Plaza de San Leandro, pero antes tuvo otras ubicaciones. Su historia comienza en 1833, cuando se decidió realizar una fuente que sustituyera a la de Mercurio, que estaba delante del actual Banco de España en la Plaza de San Francisco. Medio siglo más tarde, en 1885, se trasladaría a las inmediaciones de la calle Relator.
El cambio de siglo fue también sinónimo de cambio de sitio para la Pila del Pato, que se trasladó a una explanada junto a la estación del Prado de San Sebastián. Su proximidad con el recinto ferial de aquella época multiplica su popularidad y la hace protagonista de numerosas sevillanas. Pero la ampliación de los juzgados obliga a moverla de nuevo de sitio, llegado a su actual ubicación en 1965.
La Plaza de San Leandro, mientras tanto, se reformó periódicamente, resaltando las nuevas especies que se plantaron en ella. Principalmente, un frondoso laurel de Indias que preside la plaza junto a la fuente y está rodeado por naranjos. Esto hace que la Plaza de San Leandro sea una de las más sombrías de la ciudad y sirva de pulmón para esta histórica zona del centro de la ciudad.
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