El curioso error que se puede ver en los azulejos de la Plaza de España de Sevilla
Curiosidades de Sevilla
La Plaza de España ha sido escenario de Exposiciones Iberoamericanas, de películas exitosas y del día a día de muchos sevillanos, al tiempo que sus azulejos hablan de la historia del país.
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La Plaza de España es uno de los puntos más emblemáticos de la ciudad de Sevilla. Fue construida con motivo de la Exposición Iberoamericana que se celebró en la ciudad en el año 1929 y busca representar con sus bancos y sus azulejos las diferentes zonas del Reino de España. Sin embargo, tiene un par de errores curiosos.
Unos azulejos en orden casi alfabético
Las 46 provincias que tenía España en el momento de la construcción de la plaza y los dos archipiélagos están representados por orden alfabético en la Plaza de España. Para marcarlas y distinguirlas cada una tenía un banco (siendo un total de 48), así como un mapa hecho de azulejos y una representación de algunos de sus más importantes momentos históricos de cada territorio, también en azulejo.
Los nombres de las provincias pueden leerse en los azulejos que representan el momento histórico, sin embargo hay una provincia en la que se pierde el orden alfabético. Y es que el nombre de Pamplona aparece donde debería estar su provincia, Navarra, ignorando así dicho orden.
Esto se debe a que tras la exposición se realizó un cambio en los azulejos que representaban a esta provincia. Los originales mostraban una escena violenta, la 'Muerte de de García IV' (rey del histórico Reino de Pamplona en el siglo XII) y finalmente sería reemplazada por una escena que simboliza el 'Reparto del Reino de Navarra', en la que el rey aparece rodeado de sus hijos. Una escena mucho más apta para que puedan disfrutarla todos los visitantes que llegan a la Plaza de España, adultos y niños.
La de Navarra no fue la única cerámica sustituida en los tiempos que precedieron a la Exposición Iberoamericana, algunos se cambiaron también por cuestiones de incorrección histórica o motivos políticos y de adecuación a la imagen que la ciudad quería dar de cara a sus visitantes con esta plaza. Sin embargo, parece que la pieza representante de Navarra fue la única en la que no se tuvo en cuenta que el cambio rompía con el orden de distribución marcado para el resto de las provincias.
Otro detalle que ya se ha comentado, este fruto del paso del tiempo, es la disonancia entre el número de bancos que hay en la plaza y el total de las provincias en las que se encuentra dividida España a día de hoy. Esto se debe, obviamente, a los cambios en la distribución territorial que se concretaron tiempo después de la construcción de la Plaza de España. Y, aunque ahora es un detalle curioso, es también un recordatorio de que nada es inmutable y que España no era como lo es ahora, ni en su momento se dividía en las mismas unidades territoriales.
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