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La Plaza de América de Sevilla recupera otras tres Victorias Aladas

Tras la reposición de estas esculturas tan sólo quedan dos por volver a sus pedestales

En la intervención se han reintegrado algunas piezas que se habían perdido

La Plaza de América de Sevilla recupera tres Victorias Aladas. / Antonio Pizarro

La recuperación de las Victorias Aladas llega a su fin. El Ayuntamiento, a través del servicio de Parques y Jardines adscrito a la delegación de Transición Ecológica está culminando la última fase de restauración de las esculturas de las Victorias Aladas de la Plaza de América, en el Parque de María Luisa. En esta última actuación, son cinco de las dieciséis obras existentes sobre columnas –tres de ellas del artista Manuel Delgado Branckenbury, una de Pedro Carbonell y otra de Lorenzo Coullaut Valera– las que se han sometido a una minuciosa intervención, cuyo presupuesto de licitación alcanza los 128.278,98 euros. Esta semana se han instalado ya tres de las cinco piezas una vez restauradas, quedando tan sólo en el taller las dos últimas, que volverán en las próximas semanas. El delegado de Transición Ecológica, David Guevara, estuvo ayer supervisando la instalación tras la intervención llevada a cabo por la empresa Dédalo.

La restauración de las Victorias Aladas se ha llevado a cabo en tres fases con una inversión de casi 400.000 euros. Las cinco últimas comenzaron a desmontarse a mediados de septiembre. Los trabajos llevados a cabo han consistido, primero, en un estudio pormenorizado sobre cada escultura y, posteriormente, la aplicación de tratamientos biocidas, la limpieza mecánica y química de las superficies; la consolidación de las superficies alteradas; la reposición de los morteros en las juntas según original; las reintegraciones de morteros; el cosido y sellado de grietas y pegado de fragmentos, y los tratamientos hidrofugantes y antigrafitis.

Para las labores de reintegración de las piezas perdidas y su reconstrucción, primero se han modelado en arcilla siguiendo los modelos originales y se han realización los correspondientes moldes en silicona. Después, tras ejecutar las pruebas de color, un taller especializado ha reproducido las piezas en un material resistente a la intemperie. Por último, se han anclado las reproducciones a las esculturas con fibra de vidrio y resina resistente a los rayos UV, y se ha entonado cromáticamente la superficie tanto de las esculturas como de los capiteles.

Los trabajos de instalación de las esculturas. / Antonio Pizarro

Entre las piezas perdidas de estas Victorias Aladas destacan cabezas, brazos, alas y coronas. En general, todas estas esculturas –al igual que las anteriormente restauradas– presentaban una degradación causada por los agentes meteorológicos, sobre todo humedad y lluvia, que habían causado fisuras, fragmentaciones y desgastes de la piedra.

Las esculturas que han vuelto a la Plaza de América son las números 13, 15 y 16. La iconografía de la Victoria número 13, según la información facilitada a este periódico, “subraya el carácter triunfalista de la Plaza de América a través de la guirnalda de laurel que sujeta entre sus manos”. Viste túnica con técnica de paños mojados, dejando al descubierto buena parte de su anatomía. “En su estética recuerda mucho a los retratos de la reina Victoria Eugenia, que en la época era todo un icono de moda y belleza”. Los trabajos se han centrado en la reproducción de la cabeza y las alas.

El historiador José León junto al director de Parques y Jardines, Fernando Mora-Figueroa; y el delegado de Transición Ecológica, David Guevara. / M. G.

La Victoria 16 tiene su emplazamiento en la puerta del Museo de Artes y Costumbres Populares. “Es la más grande de todo el conjunto y simboliza la prosperidad y la riqueza que se alcanzó gracias al comercio e importaciones con las Indias a través del gigante cuerno de la abundancia rebosante de flores, frutas y espigas que sostiene entre sus brazos”. Esta escultura había perdido los extremos de sus dos alas.

Los trabajos de reposición con maquinaria pesada. / Antonio Pizarro

La Victoria número 15, de Lorenzo Coullaut Valera, se distingue por portar una rama de tabaco, “uno de los productos importados desde América que tanta importancia tuvo en la Sevilla barroca de la Antigua Real Fábrica de Tabacos”, sede actual de la Universidad de Sevilla. Tras la colocación de estas últimas unidades, quedan tan sólo dos figuras que se unirán en las próximas semanas tras la conclusión de las tareas de rehabilitación.

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