Patrimonio deniega por tercera vez el traslado del azulejo del Studebaker

Los propietarios habían solicitado su restauración y traslado a la primera planta del inmueble para una mejor conservación

El famoso azulejo del Studebaker en la casa que ocupa la joyería Chico en el número 9 de la calle Tetuán.
El famoso azulejo del Studebaker en la casa que ocupa la joyería Chico en el número 9 de la calle Tetuán.
Juan Parejo

20 de octubre 2015 - 05:03

Una nueva negativa. La Comisión Local de Patrimonio Histórico ha informado desfavorablemente del traslado del famoso azulejo del Studebaker, situado en el número 9 de la calle Tetuán, de la planta baja, donde se encuentra, a la primer altura del inmueble. Hasta en tres ocasiones desde el año 1978 han solicitado los propietarios de la joyería y relojería Chico, dueños del edificio y, por tanto, del azulejo, el desplazamiento de este panel publicitario, pintado por Enrique Orce Mármol en 1924 y realizado en la Fábrica de la Viuda e Hijos de Manuel Ramos Rejano, para su mejor conservación. Por tres veces han recibido la negativa de Patrimonio. En esta última ocasión, la comisión se basa en el informe de Urbanismo para afirmar que el traslado no se ajusta a los criterios compositivos del centro histórico.

La decisión de la Comisión Local de Patrimonio contrasta con la decida actitud de los propietarios del azulejo para garantizar su conservación. En el año 1978, cuando adquieren la casa para instalar el negocio, el azulejo se encontraba en un estado muy precario, como se puede comprobar en la foto que ilustra este artículo, donde se ve que el rótulo comercial estaba prácticamente perdido o la falta de varias piezas. El azulejo fue desmontado y restaurado por Alfonso Orce González y Alfonso Orce Villar, hijo y nieto del autor, quienes devolvieron el esplendor al azulejo gracias a la intervención sufragada por los dueños. Ya entonces, se solicitó que para su correcta conservación se alzara hasta la primera planta el inmueble, donde está a salvo del vandalismo, tan habitual en esta ciudad, o del efecto del riego de las calles por parte de Lipasam.

Este azulejo es uno de los mejores exponentes, si no el mejor, de la cerámica publicitaria y comercial de Sevilla. Los propietarios, que fruto de este celo lo tienen registrado, han mostrado una y otra vez la intención de alzar el azulejo argumentando este criterio conservativo. En el último proyecto presentado a Urbanismo, planteaban su desmontaje y restauración por una empresa especializada que ha intervenido, a instancias de la propia administración, en los paños de azulejos del Convento de Santa Clara. Estos especialistas advierten que las pérdidas en la obra puedan llegar al 40%. La costosa restauración prevista puede quedar en nada al no garantizarse su futura conservación, ya que seguirá sufiendo actos vandálicos mientras continúe en su ubicación actual.

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