Patrimonio aprueba el segundo proyecto de Vázquez Consuegra en las Atarazanas

Un trámite fundamental para rehabilitar y dotar de contenido las Reales Atarazanas. La comisión provincial de Patrimonio Histórico -órgano dependiente de la Junta de Andalucía- dio ayer el visto bueno al último proyecto diseñado por el arquitecto sevillano Guillermo Vázquez Consuegra para los astilleros medievales, centrado en la Sevilla del Descubrimiento, pues muchos de los barcos que partieron hacia América se construyeron bajo estas naves. Con esta aprobación sólo falta que el Ayuntamiento hispalense -a través de la Gerencia de Urbanismo- otorgue la licencia de obra, permiso que se prevé que llegue tras el verano.

La buena sintonía entre el nuevo gobierno autonómico y local, ambos del mismo signo político, sigue dando sus frutos. Si hace varias semanas un encuentro entre la presidenta andaluza, Susana Díaz, y el alcalde sevillano, Juan Espadas, se saldó con el desbloqueo de varios proyectos para la ciudad, la reunión mantenida recientemente entre la nueva consejera de Cultura, Rosa Aguilar, y Vázquez Consuegra ha dado el impulso definitivo al segundo proyecto del arquitecto sevillano para las Atarazanas, que cuenta ya con las bendiciones de la comisión de Patrimonio.

Este órgano consultivo de la Consejería de Cultura ha informado a favor de dicha iniciativa, que lleva por título Un espacio de diálogo con América, y con el que se dotará de contenido cultural a un espacio -declarado Bien de Interés Cultural (BIC)- que se levantó en 1252 bajo el reinado de Alfonso X. Este proyecto sustituye al Caixafórum que en un principio estaba previsto en las Atarazanas (con una inversión de 25 millones de euros) y que finalmente se instalará en la Torre Pelli. Para su ejecución cuenta con un desembolso de 10 millones de euros por parte de la Fundación La Caixa, que servirán para las labores de rehabilitación y adaptación. A esta cantidad se suman los 400.000 euros anuales que aportará la Fundación Cajasol para los contenidos culturales. El departamento que dirige Rosa Aguilar, por su parte, se encargará también de financiar con un millón de euros al año la programación, el personal y el material necesario, según se anunció en la presentación oficial.

La consejera de Cultura valoró positivamente este proyecto en una entrevista concedida ayer a Canal Sur Radio. En ella destacó que con la intervención se garantizará la conservación y disfrute de este espacio público, propiedad de la Junta desde 1993, cuando lo adquirió al Ejército español, y que cedió en 2008 a la Fundación La Caixa durante un periodo de 75 años.

Una vez que se ya se cuenta con el visto bueno de Patrimonio, el próximo trámite para poner en marcha la ejecución de esta iniciativa es la licencia de obra que debe otorgar la Gerencia de Urbanismo. Según señalaron fuentes municipales a este periódico, a día de hoy sólo quedan por solventar "los últimos trámites" relativos al proyecto de ejecución. "Todo va a buen ritmo, las pequeñas puntualizaciones se están resolviendo y si no se produce ninguna demora, el permiso llegará en septiembre", indican estas fuentes. La agilidad de la Gerencia para dar la licencia de obra ha sido fundamental desde el principio, de ahí que la propia presidenta de la Junta y el arquitecto del proyecto solicitaran la colaboración municipal en la presentación oficial de diciembre, cuando el Ayuntamiento lo gobernaba el popular Zoido. No en vano, en el anterior proyecto del Caixafórum se criticó a la administración local por la tardanza en dicho trámite.

Vázquez Consuegra estimó en un principio que los trabajos de rehabilitación tardarán un año y medio en concluir, por lo que con toda probabilidad las Atarazanas no quedarán abiertas al público hasta 2017. En su momento se barajó otoño de 2016 como fecha de inauguración.

El proyecto toma como base principal la creación de una plaza pública bajo las naves góticas del astillero, la zona monumental más importante del edificio. Dicho espacio ya se contemplaba en el proyecto que diseñó Vázquez Consuegra para el Caixafórum. El arquitecto sevillano lo concibe como un área multiusos para conciertos, teatros, danzas y otros actos culturales. A la plaza se accederá desde la calle Dos de Mayo.

La entreplanta del edificio de cabecera -la Maestranza de Artillería del siglo XVIII- acogerá la exposición permanente sobre el intercambio cultural entre América y Andalucía, temática sobre la que gira el proyecto. De las tres cubiertas de la planta alta sólo se aconcidionará una para salas expositivas de uso polivalente. El restaurante en el mirador y las catas arqueológicas junto a la muralla árabe quedan condicionadas a la disponibilidad presupuestaria.