Patrimonio aprueba la instalación del mercado 'gourmet' en el Barranco

La tramitación del mercado gourmet en las naves del Barraco llega a su fin. Así lo anunció ayer el portavoz del gobierno local, Francisco Pérez, tras dar a conocer la comunicación oficial del delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, en la última junta de gobierno, en la que informó de que la Comisión Provincial de Patrimonio ha dado luz verde a que dicho proyecto se lleve a cabo en las citadas instalaciones al no afectar al entorno urbano.

Se trata, pues, del último trámite burocrático antes de que la UTE concesionaria del mercado, en la que participan el periodista Carlos Herrera y el torero Francisco Rivera Ordóñez, comience a ponerlo en marcha. En concreto, el departamento dependiente de la Consejería de Cultura ha analizado la posible afección que este proyecto podría tener sobre el puente de Isabel II (conocido como puente de Triana) y el antiguo Almacén de Maderas del Rey, un edificio situado en la acera opuesta a las naves del Barranco y que fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1985. Según adelantó Vílchez en junta de gobierno, Patrimonio considera que el mercado de productos delicatessen no produce afección alguna en el entorno, por lo que sólo cabe esperar a que la adjudicataria del proyecto, Lonja del Barranco, informe al gobierno local de la constructora que adaptará las instalaciones a tal fin.

A partir de ahora, la fecha para que el mercado gourmet se convierta en una realidad queda en manos de la iniciativa privada, aunque Francisco Pérez prevé que los plazos se acorten si se tiene en cuenta el interés de la adjudicataria por sacarle rédito económico a la cesión de este edificio municipal por la que paga un canon anual de 230.000 euros.

No se trata del único escollo que ha tenido que solventar el proyecto. Este periódico informó el pasado domingo de que el gobierno de Zoido se ha visto obligado a forzar el PGOU para cambiar el uso de la parcela, calificado en un principio como SIPS (Servicio de Interés Público y Social), por lo que sólo podía acoger un centro cultural, cultural-recreativo, cívico, biblioteca, archivo o museo.

Ante la situación con la que se encontró la adjudicataria, el gobierno se ha acogido a un artículo del propio PGOU que permite cambiar uno de estos usos por el de centro educativo, administrativo, de economía social o de servicio público. En esta última denominación es en la que se ha incluido al mercado gourmet del Barranco, que se presenta como servicio público a la ciudad de Sevilla y que a partir de ahora tiene el camino administrativo libre para hacerse realidad.