La ventana
Luis Carlos Peris
Perdidos por la ruta de los belenes
Patrimonio
Nuevos objetivos. El gobierno municipal quiere seguir avanzando en la progresiva incorporación de las casas del Patio de Banderas y ya ha mostrado su interés en negociar con Patrimonio del Estado otros dos inmuebles que tienen un relato para el Real Alcázar. Se trata de la casa número 10, una planta alta que está justo encima del Palacio del Yeso y que pertenece a una misma estructura arquitectónica. La segunda finca en la que ha puesto sus miras los socialistas es la planta baja de la casa número 2, que se constituye como continuidad de los inmuebles 7 y 8, por lo que se trata de una prolongación del antiguo Palacio de Al-Mutamid. Desde el Ministerio de Hacienda muestran su disposición a “seguir con el proceso” y determinar con el Ayuntamiento el futuro de otras casas.
Los inmuebles del Patio de Banderas se han ido conformando a lo largo del tiempo mediante la apropiación progresiva de dependencias que previamente pertenecieron al Alcázar. El reciclaje histórico de su arquitectura ha posibilitado que las trazas de los edificios medievales sigan teniendo hoy día una correspondencia directa con muros y alineaciones de la trama urbana contemporánea, mostrando en sus paramentos huellas y cicatrices de numerosas reparaciones y transformaciones sucedidas. Fragmentos pertenecientes a estas vidas pasadas que se encuentran a la vista o que afloran cuando se realizan sencillas reparaciones –picados de paramentos, cambios de solerías, etcétera– incluso sin necesidad de actuaciones arqueológicas de calado, dotando al conjunto de un singular e inequívoco valor patrimonial.
El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, firmaron ayer las escrituras por las que el Ayuntamiento asume la titularidad de las casas 7 y 8 del Patio de Banderas, donde aparecieron restos del palacio primitivo del monumento fechados entre los siglos X y XI y de origen islámico, para su próxima incorporación a las visitas y al relato histórico del Real Alcázar. Con el acto de rúbrica y la entrega de las llaves, se cierra esta adquisición que supondrá el pago de cuatro millones de euros en un plazo de cinco años. A partir de ahora, se prevé iniciar la contratación de obras que, con un presupuesto aproximado de 185.000 euros, permitan garantizar especialmente la seguridad de las visitas guiadas en un inmueble adquirido en bruto.
Esta adquisición tuvo como base de partida la renuncia por parte del ministerio a continuar con las casas 7 y 8 la política de subastas de las viviendas de su propiedad en el Patio Banderas, como había ocurrido en anteriores legislaturas, cuestión que el propio alcalde agradeció a la ministra. De esta forma, se garantizó el carácter público y vinculado al Alcázar de este inmueble a través de un acuerdo económico y se evitó una operación de venta para otros usos a promotores privados en función de la mejor oferta económica. “No se me ocurren mejores manos (que las del Real Alcázar de Sevilla) para que estas casas pasen a la titularidad de la ciudad y de los sevillanos y sean un motor cultural y de atracción para el turismo. Las subastas de las casas del Patio de Banderas se paralizaron porque era una pena que este patrimonio (casas del Patio de Banderas) fueran a manos privadas y ni la ciudad ni los visitantes pudieran aprovecharse de su belleza”, apostilló Montero.
Los restos patrimoniales encontrados en ambas casas del Patio de Banderas son de tal magnitud que permiten reconstruir uno de los palacios de época andalusí aún en pie. Se ha considerado óptimo el nivel de conservación de las estructuras, arcos geminados enmarcados por un alfiz, y su decoración, con ricas policromías de tonos naranja y rojizo decorando la superficie, así como motivos vegetales, geométricos y epigráficos. Se conserva, asimismo, parte de la muralla original del propio Alcázar y alguna de sus torres, donde se ha podido comprobar el sistema constructivo de torres con cámaras huecas.
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