Pasear entre azulejos, tinajas y artesonados

Las piezas expuestas son una buena muestra de la decoración mudéjar Falta por colocar la señalización.

María del Mar Sánchez Estrella, Juan Ignacio Zoido, Juan Luis Ravé y Beltrán Pérez en el acto de presentación.
María del Mar Sánchez Estrella, Juan Ignacio Zoido, Juan Luis Ravé y Beltrán Pérez en el acto de presentación.
D. J. G. Sevilla

12 de enero 2013 - 05:03

Quien no haya entrado nunca en el Palacio de los Marqueses de La Algaba raramente puede concentrar su mirada solamente en el más del centenar de piezas que se exponen en el centro de interpretación sobre el mudéjar. La arquitectura del edificio y los escasos elementos decorativos que han logrado permanecer en él atraparán su visión tanto o más que la propia colección. El patio principal, el artesonado original que se conserva en una única sala, la cerámica de la escalera o la visión que se contempla desde alguno de sus ventanales son motivos más que suficientes para entrar en un inmueble que ha pasado desapercibido para sevillanos y foráneos durante décadas al estar cubierta su fachada por un cajón de obras.

No obstante, la exposición -a falta de la señalización que indique la procedencia y fecha de cada una de las piezas- es una buena muestra de la decoración mudéjar. El visitante pasea durante su recorrido entre azulejos, tinajas y artesonados, muchos de los cuales han estado almacenados durante décadas en museos de Sevilla sin poder ser contemplados.

El itinerario se inicia en la segunda planta. Arranca en una sala de planta cuadrada ocupada en el centro por una expositor en forma de estrella de ocho puntas (elemento propio del mudéjar) donde, en palabras del historiador Juan Luis Ravé, el turista recibe una "tormenta de ideas" gracias a los diferentes elementos que en ella se muestran: ánforas, céramicas y capiteles.

En la misma estancia se exhibe una pila bautismal donada por el pintor Virgilio Mattoni a Sevilla, así como sellos en bronce de distinas órdenes religiosas y linajes nobiliarios. Dichos escudos también se reproducen en azulejos.

Junto a estos expositores tienen cabida los canes de la iglesia de San Marcos (con policromía original del siglo XIV) que pudieron salvarse de un fuego que se produjo en el XIX gracias a la gestión del párroco del templo y de José Gestoso. En la siguiente sala se expone parte del artesonado original del Palacio de los Marqueses de La Algaba (con pinturas que reproducen candelieris renacentistas), así como arrobacas (trozos comprendidos entre los tirantes de una techumbre). En esta dependencia cobran especial protagonismo las grandes ánforas con restos de policromía y las vitrinas dedicadas al arte de la alfarería.

Quienes quieran visitar este centro podrán hacerlo de lunes a viernes de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00. Los sábados el hario es sólo de 10:00 a 14:00. La entrada es gratuita.

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