Nuevas quejas vecinales por la vuelta del parque canino a La Rosaleda

El parque canino de La Rosaleda que se proyectó trasladar a finales de año pasado a la Plaza pianista José Romero ha vuelto a La Rosaleda por decisión municipal, a una tercera ubicación más alejada de las viviendas que las otras dos localizaciones que tuvo en esta misma zona verde rodeada de viviendas. El traslado a la Plaza pianista José Romero ha fracasado por "inconvenientes técnicos o de adaptación, por no resultar una opción satisfactoria para los usuarios de perros de La Rosaleda,", explica el Ayuntamiento.

El distrito aclara que la demanda de un espacio canino por un gran número de usuarios de perros en esta zona obligaba a buscar una solución.

La vuelta de la instalación de esparcimiento canino al parque ha generado nuevas movilizaciones vecinales promovidas por la asociación de vecinos Bordas de la Rosaleda porque "de nuevo afecta al derecho al descanso de los vecinos, y ya es la tercera ubicación que da el Ayuntamiento en este parque".

El barrio ha recogido más de 750 firmas de personas afectadas y ciudadanos que ven vulnerado el derecho al descanso. Los vecinos denuncian que "más de 20 años conviviendo con nuestro Parque de la Rosaleda, cuidándolo y mejorándolo, y en menos de un año, se le quiere dar un uso que es molesto y perjudicial para las vecinas y vecinos colindantes".

Han sido meses de reuniones de comunidad, reuniones con responsables del Ayuntamiento y del Distrito San Pablo Santa Justa, numerosas reclamaciones y quejas vecinales, quejas ante el Defensor del Pueblo Andaluz.

Más alejado de los bloques, más pequeño y más ventilado

Desde el Ayuntamiento de Sevilla, el distrito San Pablo Santa Justa que dirige Álvaro Urbano Hidalgo recalca que "ante la falta de espacios cercanos adecuados para tal fin, se tomó en consideración una de las primeras opciones que se analizó, que es ubicar el parque canino dentro de La Rosaleda, eso sí, centrándolo en el punto geográfico más alejado de los bloques, con un menor tamaño, y con mayor ventilación natural por las calles aledañas; paliando así los puntos que generaban molestias y quejas".

El distrito señala que esta tercera ubicación en la zona del parque "minimizaba en gran medida todos los aspectos de ruidos y molestias de la ubicación anterior, pues está mucho más alejado de las fachadas que la primera ubicación". Y recalca que el actual parque canino "no tiene nada que ver con el anterior, pues está centrado en el punto geográfico más alejado de los bloques, con un menor tamaño evitando grandes concentraciones, y con mayor ventilación natural por estar entre varias calles aledañas".

Explica que, desde la primera reunión mantenida el pasado verano, se valoró el cambio a esta nueva ubicación dentro del Parque de la Rosaleda, "decisión consensuada entre los representantes de ambas partes (reunión mantenida en la Asociación El Triángulo) siempre que no hubiera una zona exterior a la Rosaleda más adecuada para ello, algo que nos comprometimos a estudiar como primera opción".

Explica el distrito que se valoraron varios emplazamientos fuera de la Rosaleda, como algunos parterres de las vías que resultan ser de Adif, o el de Plaza Pianista José Romero a propuesta del distrito, "pero tras consultar con varias áreas encontraban inconvenientes técnicos o de adaptación. La falta de espacios cercanos hizo que tuviésemos que volver al primer plan de cambio dentro de la Rosaleda, algo que insistimos estaba encima de la mesa desde la primera reunión entre los afectados", afrma el distrito.

El distrito añade que esta dificultad se reflejó igualmente en la reunión mantenida en el Defensor del Pueblo el 25 de septiembre de 2023, "donde incluso se aportó por parte de Parques y Jardines plano de la propuesta del cambio, que si bien no satisfacía por completo a la parte afectada por la primera ubicación del parque (que dejó el gobierno anterior), minimizaba en gran medida todos los aspectos de ruidos y molestias del anterior, pues está mucho más alejado de las fachadas que la primera ubicación. Hay que insistir en este punto, el actual parque canino no tiene nada que ver con el anterior, pues está centrado en el punto geográfico más alejado de los bloques, con un menor tamaño evitando grandes concentraciones, y con mayor ventilación natural por estar entre varias calles aledañas".

Al no haber una normativa sobre parques caninos, la dirección del distrito mantiene que ha intentado que todas las partes tengan disfrute y derecho sobre el espacio compartido de La Rosaleda, apostando por la convivencia pacífica dentro de los diferentes espacios que conviven.

El distrito anunció a ambas partes, que dentro de una posible reordenación futura del parque, se podría recomponer desde cero la situación pasando por un acuerdo de todas las comunidades del parque La Rosaleda.

El director del distrito concluye que "esta dirección no pretende más que intentar que todos los ciudadanos y colectivos puedan ver satisfechas sus necesidades y demandas. Deseamos que esta nueva ubicación, con otras condiciones y distancias, pueda solventar los conflictos surgidos en el caso anterior, algo que solo lograremos desde el civismo y el respeto que conlleva vivir en comunidad, asumiendo que todos tenemos derechos y obligaciones".