La esperanza de los barrios obreros del Tamarguillo
Los Pajaritos, Madre de Dios, Candelaria....Tres Barrios-Amate | Su historia y sus reivindicaciones
Su mayor tesoro es su movimiento vecinal activo y comprometido que denuncia el desprecio de los poderes públicos
Nacieron como barrios obreros generados al calor del abundante empleo que ofrecía la Sevilla de los años 50 y 60 del siglo pasado: la fábrica de contadores, la antigua fábrica de naranjas, la textil Hytasa, entre otras. El dramático cierre de estas industrias acabó con el trabajo y hoy estas zonas tienen el menor nivel de renta del país y grandes necesidades.
El activo movimiento ciudadano de Tres Barrios-Amate
En el año 2003 se constituyó la Plataforma Cívica Tres Barrios-
Amate, integrada por una veintena de entidades sociales.
Estas son las entidades integradas en la plataforma:
1. Asociación de Vecinos Tres Barrios
2. Asociación de Mujeres Las Moradas
3. Asociación DESAL (atención y prevención drogodependencias)
4. Asociación Educativa y Social (AES) Candelaria
5. Fundación Solidaridad Candenaria (atención a inmigrantes)
6. Fundación Balia (Infancia y adolescencia)
7. Cáritas Parroquiales de La Candelaria y Blanca Paloma
8. Parroquias Blanca Paloma-Candelaria-Santa Teresa
9. Colegio SAFA Blanca Paloma
10. Fundación Prodean (asistencial)
Como entidades colaboradoras:
-Asociación CIMA (Trabajo social con familias)
-Brigadas Muralistas
-SevillaAcoge
Su tesoro más valioso ayer y hoy es su activísimo movimiento asociativo agrupado en la Plataforma cívica Tres Barrios-Amate que no pierde la esperanza ni la fuerza para seguir luchando por mejorar las condiciones de vida en Los Pajaritos, La Candelaria, Madre de Dios (los llamados Tres Barrios) y las demás zonas que integran Amate ( Nazaret, Santa Teresa, Amate-Tamarguillo, Virgen de Fátima, Virgen de los Reyes y Nuevo Amate). Fernando Armas es el portavoz de la activa plataforma vecinal.
La historia de esta parte de la ciudad al otro lado del Tamarguillo y su incombustible movimiento vecinal se cuenta muy bien en el documental (A vista de Pájaro) -colgado en YouTube- realizado por la asociación DESALA vista de Pájaro (de prevención y atención a las personas con drogodependencia), presentado el martes 27 de abril en el centro cívico Ranilla en un acto muy emotivo.
Vecinos como Antonio, Ana María, María Reyes y José recuerdan en el documental lo felices que eran en este barrio de currantes, donde se ayudaban todos y se respiraba una unión, una tranquilidad y un respeto que hoy echan de menos. Muchos venían de áreas rurales expulsados por la mecanización de la agricultura.
El paro apareció con la caída de las industrias sevillanas y comenzó a cronificarse el problema del desempleo, unido al aumento de la pobreza y a la llegada de la inmigración. El barrio va acogiendo a esos nuevos grupos de exclusión, explican Estrella Pérez y Francisco J. Jiménez, de la Asociación Educativa y Social (AES) Candelaria. El incremento de la drogadicción es otro grave problema, cuenta Elvira Galán, del colegio SAFA.
La necesidad de cualificación para el empleo de sus habitantes se ha descuidado: faltan inversión, programas laborales y una formación seria, y sobran trabajos precarios, lamenta María José Herranz, de Cáritas, que reclama la vuelta de los talleres y las escuelas de empleo que tanto bien hicieron a estos barrios.
La implicación de Cáritas y de los servicios sociales en este enclave ayuda a que las familias en graves apuros paguen sus gastos (hipotecas, alquileres, suministros, alimentos) y conserven su vivienda, relata Fernando Armas, portavoz de la plataforma Tres Barrios-Amate y miembro de Cáritas.
La llegada de inmigrantes ha cambiado la fisonomía de esta zona y está rejuveneciendo a sus habitantes, pero también implica el reto de lograr que estos extranjeros se integren en la vida comunitaria y en su tejido asociativo, comenta José Verdugo, de la Fundación Solidaridad Candelaria, punto de referencia en la atención a los inmigrantes de estos barrios.
El movimiento vecinal empezó en la Dictadura con reuniones clandestinas en las iglesias. En la década de 1970 las asociaciones de vecinos canalizaban iniciativas de movimientos sociales, partidos políticos antifranquistas, grupos cristianos parroquiales o sectoriales, asociaciones de padres y madres de alumnos, clubes culturales y educativos, que culminaron en la creación en 1987 de la Coordinadora de Tres Barrios Amate, que logra mejoras para estos barrios.
A finales de los 80 y principios de los 90 se gesta el movimiento asociativo que deriva en la actual plataforma. Con movilizaciones vecinales se reivindicaban comedores escolares, adecentamiento de plazas (Dr. Andreu Urra), pavimentación adecuada, señalización de pasos peatonales, semáforos, y la erradicación del absentismo escolar en educación primaria o la construcción de un Centro de Salud para la zona. Entre 2003 y 2004 se constituye la actual Plataforma cívica Tres Barrios-Amate.
El movimiento vecinal mantiene la esperanza de seguir luchando y logró que el Ayuntamiento aprobara un Plan Integral en 2009 que resume bien lo que necesitan estos barrios para su recuperación: una actuación progresiva sobre el urbanismo, la vivienda y el territorio, la convivencia y seguridad, el empleo, el desarrollo económico y los servicios sociales. El drama es que aún falta el respaldo de la Junta con financiación para cumplir ese Plan Integral.
El asociacionismo activo de estos barrios consiguió que se visibilizaran sus problemas y necesidades, coinciden Estrella Pérez, Francisco Javier Aguilar (Fundación Balia) y Fernando Armas, y ha permitido suplir la atención a los menores, a las personas dependientes y a las mujeres, donde la administración no ha llegado, señala María José Herranz.
La labor de Guadalinfo en la formación en nuevas tecnologías y digitalización está siendo fundamental y ya cuenta con casi 4.000 usuarios en estos barrios, recalca Francisco J. Jiménez, de AES Candelaria.
Desde Cáritas se atiende sobre todo a mujeres que viven solas con sus hijos que en no pocas ocasiones son víctimas de malos tratos, por lo que reciben apoyo para que puedan salir de esta situación, explica Fernando Armas.
El papel de las administraciones (estatal, autonómica y municipal) en estos barrios ha dejado mucho que desear. Este es sin duda uno de los mayores reproches de los vecinos. Pedro Ruiz, de Cáritas, lamenta que la ronda del Tamarguillo sea un muro que separa estos barrios marginales del resto de la ciudad, algo “inmoral” a su juicio porque perpetúa estas situaciones de exclusión y pobreza.
Ruiz recuerda con especial cariño la contribución al barrio de Rufi Borrego y afirma que sin la ayuda de las administraciones estas zonas no pueden salir de los problemas que padecen; reclama la implicación de los poderes públicos para promover planes con inversiones serias.
La plataforma señala que la actividad reivindicativa de sus vecinos se ha generado debido al “olvido casi sistemático de las administraciones públicas de los derechos fundamentales del vecindario”.
El documental concluye con un mensaje final: la plataforma vecinal no desafallece ni pierde la esperanza de que las administraciones dediquen su atención y sus políticas a estos barrios al otro lado del Tamarguillo. De momento sus habitantes más activos tienen claro que tienen que estar unidos para reivindicar que se cumpla lo que marcó el Plan Integral, recalcan Fernando Armas, María José Herranz y Elvira Galán.
Avances que se han conseguido
Esta lucha ha conseguido algunas actuaciones en favor del empleo como Andalucía Orienta, la erradicación del absentismo en educación Primaria (pero no en Secundaria), un mayor adecentamiento de calles y plazas, la Unidad de Trabajo Social, la Unidad de Promoción de la Salud, el reconocimiento de los barrios como Zona de Transformación Social, la construcción de Nuevo Amate (antiguas regiones Devastadas) y los nuevos bloques de los Pajaritos. “No es demasiado, sobre todo por lo que queda por hacer”, advierte la plataforma.
El documental reproduce imágenes antiguas de las viviendas que se levantaron “con inusitada rapidez, escasa calidad y con un espacio urbano carente de aceras, pavimentación, servicios..., pensado siempre como zona periférica ajena a la ciudad”.
La plataforma lamenta que tras el buen ambiente vecinal que se vivió en las décadas del 60 y del 70, a partir de los años 80 comienza a percibirse “un deterioro que se concreta en un aumento cada vez mayor del paro, el crecimiento de la delincuencia, las carencias educativas, el detrimento de las viviendas, el envejecimiento de la población por el trasvase a otros barrios de los jóvenes más dinámicos, la ampliación de los casos de drogo-dependencia y su tráfico y, consecuentemente, el empeoramiento progresivo de las relaciones de convivencia”.
Las carencias son variadas: altos niveles de exclusión social focalizados fundamentalmente en el desempleo, carencias educativas, deficiencias urbanísticas y de vivienda y desvertebración e inseguridad de la convivencia, explica la plataforma. Sobre estos problemas ha reflexionado y hablado la plataforma durante el mes de abril en charlas online y el sentir de los vecinos se ha expresado en el mural Pintando las voces del barrio, en el Centro de Salud de la Candelaria.
Si quiere ver el documental pulse aquí.
Si quiere acceder al Plan Integral aprobado en 2009 pulse aquí.
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