"Vamos a cumplir cien años, pero no vamos a llegar a los 110"
Padres del CEIP Borbolla protestan tras la aparición de ratas
Decenas de padres de alumnos del CEIP Borbolla, fundado en 1924, se concentran en las puertas del colegio para denunciar la dejadez del Ayuntamiento
Aseguran que la suciedad favorece la proliferación de roedores, que no hay papel en los baños y que la potencia eléctrica es insuficiente
Una rata ataca a un alumno en un colegio de Sevilla
Un nutrido grupo de padres de alumnos del CEIP Borbolla se concentraron este viernes en las puertas del colegio para reclamar mejoras para el centro, después de que la aparición de roedores provocara un incidente con un menor hace justo una semana. Los padres denuncian la suciedad que existe en algunas de las dependencias del centro, que favorece precisamente la proliferación de ratas, sobre todo por la escasez de personal de limpieza. Igualmente, aseguran que no hay papel higiénico en los baños y que el edificio, que cumple este curso cien años, no cuenta con una potencia eléctrica acorde a las necesidades.
Todas estas reivindicaciones están dirigidas al Ayuntamiento de Sevilla, responsable del mantenimiento de los edificios municipales. Este colegio público está ubicado en el barrio de Nervión, en la avenida de Luis Montoto. Es obra del arquitecto regionalista Juan Talavera Heredia y se inauguró en 1924. Está considerado como un Bien de Interés Cultural (BIC), algo que tanto profesores como padres y alumnos consideran un orgullo pero que acarrea ciertos problemas a la hora de poder afrontar reformas. Un ejemplo es la necesidad de instalar aparatos de aire acondicionado, que no pueden colocarse en la fachada.
"Vienen más ratas que limpiadores", "Por un colegio limpio" o "Alcalde, no somos Nervión, somos Borbolla" fueron algunas de las consignas que corearon los padres concentrados en la puerta del centro. Esta última frase hace referencia a la equivocación que cometió este jueves el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, que al ser preguntado públicamente por los problemas del centro denominó al mismo como "colegio Nervión". "No se sabía ni el nombre del colegio, alguien se lo tuvo que soplar por detrás", expuso la vicepresidenta del AMPA, Mariví Cepeda.
"Yo llevo diez años y siempre ha habido dos, tres o máximo cuatro limpiadoras trabajando, cuanto tenemos asignadas cinco. En los últimos días hemos tenido roedores, que es verdad que no sólo han aparecido en el colegio, pues la zona está en obras y han proliferado. Pero no deja de ser un motivo más para reivindicar la falta de limpiadoras y la suciedad que hay en el colegio, que desencadena este tipo de plagas", añadió la representante de los padres.
Aroa Gómez, otra madre, pidió que "se mejore el cole, que haya un mantenimiengo digno para los niños". "Los baños están supersucios. Mi hijo no hace sus necesidades en el colegio, sale aguantando que no puede más, por no entrar en los baños del colegio, porque no hay papel, hay excrementos que no se quitan durante días y se siguen quedando ahí". Esta mujer también denunció las humedades persistentes que hay en el centro y recordó que el caso de la rata ha supuesto "el colofón a toda esta dejadez". "Hace más de diez años que el colegio no entra en ningún plan presupuestario para mantenimiento o arreglos. En verano no se pueden poner los aires acondicionados que hemos comprado porque no hay electricidad suficiente", indicó.
"Vamos a cumplir cien años, pero no vamos a llegar a los 110", lamentó otra madre, que cree que el deterioro del centro es cada vez más avanzado y son urgentes las reformas. "Tenemos un problema enorme con la luz, porque no tenemos suficiente potencia. Al no tener suficiente potencia, no se pueden instalar unos aparatos de aire acondicionado que las familias compramos hace años para las clases. Tampoco tenemos capacidad para poner radiadores eléctricos en caso de que la calefacción se averíe, que se avería justo cuando más frío hace y se tarda varios días en reparar... Estamos con unas instalaciones que son casi del siglo XIX, pero no se da respuesta a las necesidades del siglo XXI".
Jorge Peña es padre de un niño que cursa estudios en el CEIP Borbolla y también fue alumno del colegio en los años noventa. Cuenta que el centro ya tenía problemas entonces. "Ya entonces tenía sus deficiencias. En las plantas altas se cayó el techo de una clase y estuvimos dos meses en un laboratorio de química. También había deficiencias en las porterías y en las canastas e incluso dos alumnos murieron en sendos accidentes. Es un colegio que siempre ha arrastrado mucha dejadez por parte de la administración".
Con carteles de "SOS Borbolla", "Por unos baños limpios", "Por un cole sin ratas" y vestidos muchos de ellos con las camisetas y sudaderas conmemorativas del centenario del colegio, los padres también llevaron su protesta al paso de peatones próximo, que une la acera del colegio con la del Corte Inglés de Nervión, colocándose en mitad de la calzada durante los tiempos de paso en verde y sin alterar el tráfico rodado, habitualmente colapsado por las obras. Muchos conductores se solidarizaron con los manifestantes haciendo sonar sus cláxones.
Otra de las reclamaciones que tienen los progenitores es la de la falta de profesorado para niños con necesidades específicas. "En este colegio, aparte de los problemas que estamos exponiendo, hay otros que son muy graves como es el tema de las necesidades específicas. Los niños con problemas de neurodesarrollo no tienen profesores que los atiendan. El colegio le echa la culpa a la delegación y la delegación dice que es el colegio el que no usa los recursos adecuadamente. Entonces los niños con necesidades, como mi hijo, están desatendidos. Tiene problemas de lenguaje y no tiene suficiente apoyo. Cada niño tiene sus necesidades y no se les atiende. Están desatendidos y simplemente están haciendo bulto en la clase", asegura Sofia Tsertsvadze. Hay una orientadora para tres centros y no existe coordinación entre los centros de atención temprana (CAIT) y los colegios.
Al concluir la protesta, los manifestantes colocaron los carteles en la valla del recinto, para que cualquier viandante pueda tener conocimiento del grito de SOS que lanzan los padres de este colegio centenario de Sevilla.
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