El PSOE corrige la versión del PP sobre el nuevo proyecto de Ikea

Espadas recalca que el proyecto requiere el permiso de la Junta al ser una "modificación de calado" del PGOU · La autorización municipal no basta al ser "suelo urbanizable".

Exterior de las instalaciones de Ikea en el Aljarafe de Sevilla.
Exterior de las instalaciones de Ikea en el Aljarafe de Sevilla.
A. S. Ameneiro

12 de julio 2011 - 05:03

El portavoz del PSOE Juan Espadas corrigió ayer al PP en su versión de los trámites urbanísticos que necesita Ikea para construir su segundo proyecto en Sevilla y acusó al concejal de Urbanismo Maximiliano Vílchez (PP) de tener "un gran desconocimiento en la materia". El socialista dejó claro su deseo de que Ikea construya su segunda sede siempre que las cosas se hagan bien, pero adelantó que la solución no llegará en septiembre al ser un trámite "complejo que requiere un trabajo técnico". "Sevilla necesita esa inversión, pero el plan tal como está propuesto no se adapta a la normativa. Es una inversión muy importante para Sevilla que hay que reconducir adecuadamente", afirmó a preguntas de los periodistas.

Espadas desmontó los dos argumentos del PP: que el proyecto de Ikea sólo requiere una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y que el Ayuntamiento no necesita la autorización de la Junta porque puede acogerse a una norma andaluza en tramitación.

Sobre el primer punto, aclaró que el proyecto de Ikea plantea "una modificación estructural" del PGOU, es decir, "de calado, no puntual". Por eso requiere la autorización de la Junta y nunca será competencia exclusiva del Ayuntamiento de Sevilla. "Se puede plantear esa modificación, claro que sí, pero se tiene que justificar muy sólidamente para admitirla", advirtió Espadas.

El portavoz socialista explicó que el PP no puede calificar de modificación puntual el plan de Ikea de pasar 41.000 metros cuadrados de suelo industrial a terciario. "Eso exige cambiar los aprovechamientos medios de las parcelas, cambiar el reparto de los sistemas generales y cambiar todo el plan parcial". Y citó como ejemplo de la importancia del cambio que el Ministerio de Fomento tendría que volver a opinar sobre la SE-40.

Recomendó al concejal de Urbanismo que consulte los informes que ya hay de técnicos de planeamiento de la Gerencia que advierten de problemas de legalidad y de adaptación al planeamiento vigente del proyecto de Ikea porque "el promotor tiene que modificar determinadas cosas para ser informado favorablemente".

Del segundo argumento del PP, Espadas aclaró que la normativa que prepara la Junta -la adaptación de la LOUA a la ley del suelo que él inicio y redactó en su etapa de consejero- no sirve para este caso de Ikea. "El suelo del proyecto de Ikea es suelo urbanizable (no urbano) y esta calificación actual no permite que se le aplique la norma futura de la Junta", declaró.

"No acepto que nadie venga a dar lecciones de urbanismo al anterior consejero de Urbanismo, y no acepto que se mienta a la ciudadanía", espetó a Vílchez, a quien acusó de crear "la mayor inseguridad jurídica" por no explicar bien cómo resolver el problema. La solución, según Espadas, es una negociación "seria" del Ayuntamiento con Ikea y con la Junta, una tramitación de planeamiento correcta y que el gobierno municipal estudie qué puede modificar, en lugar de decir sí a todo.

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