Otros expolios como el del restaurante La Raza
Las naves de la Renfe, la discoteca Bandalai, el puesto de los Monos o el edificio Soland son algunos de los antecedentes de este saqueo
Los edificios sin uso y sin vigilancia terminan siendo desvalijados hasta el extremo
El estado actual del antiguo restaurante La Raza

El del restaurante La Raza ha sido el último, pero tristemente es habitual que un edificio cerrado y sin vigilancia en Sevilla acabe expoliado o saqueado. En la capital andaluza ha habido casos muy similares al de este antiguo restaurante ubicado en el Parque de María Luisa.
A escasos metros del mismo pasó con la discoteca Bandalai, antes Apandau y Luna Park. Este edificio fue saqueado hasta quedar prácticamente reducido a un esqueleto. Con total impunidad, los expoliadores llegaban con furgonetas, se llevaban las piezas de metal y otros objetos de valor que pudieran quedar y las arrancaban con herramientas como radiales portátiles, martillos, cinceles, machotas y palanquetas.
Otro caso parecido al de La Raza fue el del puesto de Los Monos, de donde desaparecieron las puertas y ventanas antes de que los antiguos propietarios entregaran las llaves. Los nuevos llegaron a levantar acta del estado en que se les dio el local.
La sustracción de cables, mobiliario y piezas metálicas es algo habitual cada vez que un edificio queda sin uso y nadie se encarga de vigilarlo. Sucedió también con las naves de la Renfe en San Jerónimo, ahora rehabilitadas. Allí no sólo hubo expolio sino que se convirtió en un refugio de okupas y se creó una especie de campamento.
No sólo sucede en edificios, sino que también se saquean obras de infraestructuras si éstas se paran por cualquier motivo. En la provincia de Sevilla es famoso el caso de las obras del tranvía de Alcalá de Guadaíra, de donde desaparecieron gran parte de las vías, con el consiguiente sobrecoste a la hora de retomar el proyecto.
Es frecuente que los expoliadores estén rondando los polígonos industriales para ver qué naves se quedan vacías y acceder a desguazarlas. Ha ocurrido con frecuencia en los últimos años en recintos como el polígono El Pino, entre otros.
Pero sí hay un caso paradigmático es el del edificio Soland, en Sanlúcar la Mayor, el primero del supuesto parque empresarial centrado en energías renovabales que gestionaría la compañía Abengoa. Soland albergó la sede de Abengoa Solar, pero una vez que la empresa se marchó fue completamente saqueado.
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