Oleada de robos con el peligroso método del mataleón en el centro de Sevilla

La Policía Nacional investiga al menos cuatro casos, todos ellos ocurridos en el último mes y medio en la zona norte del casco histórico

Las víctimas son hombres de mediana edad que caminaban solos por la calle de madrugada

Cómo defenderse de la maniobra del mataleón

La comisaría de la Alameda, donde se han presentado al menos cuatro denuncias. / Antonio Pizarro

La Policía Nacional está investigando varios robos con violencia cometidos mediante el peligroso método del mataleón en el centro de Sevilla en el último mes y medio. Al menos se han registrado cuatro robos de este tipo, todos ellos a hombres de mediana edad que iban solos por la calle, de madrugada y en la zona norte del casco histórico. No se descarta que haya más casos.

Esta técnica consiste en una maniobra de estrangulamiento, en la que el agresor ataca a la víctima de manera sorpresiva por la espalda y le oprime el cuello rodeándolo con el brazo. Con esta presión, consigue interrumpir el flujo sanguíneo, lo que generalmente lleva a una pérdida de conocimiento parcial o total. El ladrón aprovecha este tiempo para robar objetos como la cartera o el móvil de la víctima. Esta técnica es peligrosa y puede provocar lesiones severas e incluso la muerte si se aplica durante un tiempo prolongado.

Uno de estos asaltos se produjo a las cinco de la mañana el 6 de mayo en la calle Pozo, en la esquina con Malpartida. La víctima es un hombre de 43 años que iba caminando por la calle cuando una persona se le acercó de forma sorpresiva por la espalda, "cruzándole un brazo alrededor del cuello intentando asfixiarlo, a la vez que lo intentaba tirar al suelo". Así consta en la denuncia presentada por el damnificado, a la que tuvo acceso este periódico.

Mientras forcejeaba con el agresor, éste trató de llevar a la víctima hasta la calle Malpartida. Una vez allí, con la víctima aturdida, el ladrón le sustrajo el teléfono móvil del bolsillo del pantalón. Después, huyó a la carrera por la calle Pozo en dirección a Relator. La víctima no pudo seguirle porque se encontraba mareado en ese momento como consecuencia de la agresión sufrida.

Este hombre describe al autor del robo como un varón, "al parecer español de unos 30 años, que portaba gafas de sol, un sombrero de tela de color claro y una camisa de estilo hawaiana de manga corta". La víctima es una persona bastante alta, por lo que el ladrón también tiene que serlo, ya que le llegó al cuello con facilidad. Este hombre acudió al hospital Virgen Macarena, donde fue atendido.

Otro robo se produjo el 7 de junio en la Alameda de Hércules, sobre las dos de la mañana. En esta ocasión participaron dos agresores. La víctima se había bajado de un taxi en la calle Joaquín Costa y estaba cruzando la plaza, cuando fue abordada por la espalda por dos personas. Una le hizo la técnica del mataleón para intentar dejarlo inconsciente, cosa que no logró, y la otra le golpeó en el cuerpo. Así consiguieron sustraerle la cartera, el teléfono móvil y un reloj.

Tres días después, el 10 de junio, un hombre de 45 años fue asaltado a la una de la madrugada cuando andaba solo por la calle Hiniesta. Como consta en su denuncia, "fue atacado por la espalda por alguien que lo agarró fuertemente por el cuello hasta dejarlo inconsciente en la vía pública". Cuando se despertó, se percató de que le habían sustraído el teléfono móvil. Tenía un fuerte dolor de garganta y acudió al centro de salud de San Luis.

El caso más reciente es del 16 de junio, también en la calle Pozo, muy cerca ya de la confluencia con San Luis. La víctima iba caminando y fue abordada por una persona que le intentó asfixiar con la técnica del mataleón. El ladrón no llegó a robarle nada, aunque el afectado denunció los hechos en la comisaría de la Policía Nacional en la Alameda de Hércules.

Ya hace unos meses hubo varios robos en Sevilla mediante este método. Uno de los autores se encuentra en prisión provisional después de atacar a una mujer en el Tiro de Línea. También hubo casos en Nervión. En la avenida de Kansas City, un hombre trató de matar a una policía nacional asfixiándola con esta técnica de estrangulamiento. La agente salvó la vida gracias a su compañero y a la intervención de un legionario que se encontraba en ese momento por la zona.

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