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Sevilla, preparada para la Carrera Nocturna

"Odio eso de escritor y periodista, soy un periodista que ha escrito dos libros"

los invisibles

Raimundo de Hita. Ve cien motivos para perderse en Sevilla y encontrarse a uno mismo. Lleva el sevillismo en su nombre de delantera 'stuka' y su apellido de zaguero y arcipreste

Raimundo de Hita, con su libro, rodeado de potenciales lectores en el patio del CLIC, donde recibe clases de Inglés. / José Ángel García
Francisco Correal

13 de enero 2018 - 02:32

Tiene dos libros y nació dos veces. Raimundo de Hita (Sevilla, 1966), sevillano del Porvenir, ha publicado 100 cosas que hacer en Sevilla al menos una vez en la vida (Lectio Ediciones).

-¿Ha hecho las cien?

-Nunca hice un azulejo trianero.

-El capítulo 85 es 'Vive un derbi sevillano'. ¿Vivió el último?

-En el campo. Recuerdo el primero en Segunda División. Ganó el Sevilla, goles de Lora y Acosta. Lo vi con mi padre. Fila 9, asiento 63, Tribuna de Preferencia.

-¿Qué cuenta en su libro?

-Lo que no aparece en las guías de viajes.

-La Giralda sale en todas...

-El libro está hecho en Barcelona. Es un libro contra los tópicos, pero la Giralda más que un tópico es un símbolo.

-¿El tópico que más le molesta?

-Ése de que a las once de la mañana ya estamos bebiendo manzanilla. Lo leí en La piel del tambor de Pérez-Reverte y me fastidió muchísimo.

-¿La palabra Sevilla produce repeluco en algunos ámbitos?

-Lo del centralismo sevillano fue un invento de Pedro Aparicio y de Celia Villalobos. Esa historia del agravio comparativo les fue muy rentable políticamente.

"Nuestra civilización es romana, pero el trazo de la ciudad es árabe, las barreduelas se ven en Marrakech"

-Coincidimos una vez entrevistando a Juan Benet en un congreso de Carreteras. ¿Lo leyó?

-Tengo déficit de lectura desde que perdí el hábito de tanto leer periódicos cuando trabajé en el Ayuntamiento.

-¿En qué periodo?

-Trabajé en el grupo del PA durante la Alcaldía de Soledad Becerril y el primer mandato de Monteseirín. Cuando Alejandro se fue al Metro, trabajé con Mariano Pérez de Ayala.

-¿Qué tal con los alcaldes?

-La relación fue cordial. Cuando tuve la enfermedad, Alfredo Sánchez Monteseirín, en una etapa complicada para él, tuvo el detalle de inaugurar mi blog.

-¿Recomienda la Sevilla del 29 o la del 92?

-Soy un enamorado de la Sevilla del 29 y en el libro, además de a Chaves Nogales reivindico a Aníbal González. La Sevilla del Sur es consecuencia del 29. Barrios como el Porvenir, donde yo nací, Ciudad Jardín o Heliópolis. La Expo del 92 se hizo en un espacio sin identidad. No sé si esas infraestructuras que necesitaba Sevilla habrían llegado sin la Expo.

-¿Es Sevilla una ciudad literaria?

-No sé qué decirle. Yo no soy escritor, odio eso de escritor y periodista, sólo soy un periodista que ha escrito un par de libritos. Un verano me leí seis novelas, El rock de la calle Feria y La última noche, de Paco Gallardo, El hombre que esculpió a Dios, de Fernando Carrasco, Las campanas de Antoñita Cincodedos y Fin de semana en Etruria, de Julio Manuel de la Rosa, y 4 de octubre, de Miguel Andreu. Las seis discurren en Sevilla y he conocido a sus autores.

-¿Estuvo al otro lado?

-Estuve a punto de morirme. Hay un antes y un después. Echo de menos mi trabajo porque tuve que dejar de trabajar.

-Pero recibió el aire de la vida...

-Es el título del prólogo de Félix Machuca. Somos masoquistas los periodistas. Siempre con el tiempo pegándonos en la espalda.

-¿Sevilla árabe o romana?

-Nuestra civilización es romana, pero el trazo de la ciudad es árabe. Se ve en las barreduelas, que las encuentras en Marrakech.

-¿En qué Sevilla creció?

-El Porvenir. En los pabellones militares donde vivió Cernuda. Soy de La Paz, estudié en el colegio Alfonso X el Sabio. Viví seis años maravillosos en Badajoz.

-El día que salió este periódico el Betis le ganó al Madrid y el Sevilla perdió en Badajoz...

-Estuve allí y le dije a Miguel Ángel Moreno que me guardara un ejemplar. Las tres veces que vi jugar al Sevilla en Badajoz perdió. Una vez con dos goles de Munitis.

-¿Cómo surge la vocación?

-Mi padre quería que fuera militar. Paloma Gómez Borrero dio una conferencia en el colegio...

-¿Su segunda ciudad?

-La Habana. Cuando lleve tiempo sin aparecer o estoy muerto o que me busquen en la plaza del Triunfo de Sevilla o la de los Capitanes Generales de La Habana.

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