Obras en la Fábrica de Vidrio de La Trinidad tras 20 años de abandono

Patrimonio histórico

Un promotor privado está ya ejecutando trabajos de demolición y consolidación de los elementos protegidos en el complejo que ocupa una gran manzana entre la avenida de Miraflores y la carretera de Carmona

Vista general del complejo de La Trinidad, donde se aprecia el movimiento de obras.
Vista general del complejo de La Trinidad, donde se aprecia el movimiento de obras. / Juan Carlos Vázquez
María José Guzmán

18 de febrero 2020 - 06:00

El movimiento en el interior de la antigua Fábrica de Vidrio de La Trinidad empezó el pasado mes de noviembre y hoy basta con pasear por el entorno para corroborarlo. Según han confirmado fuentes municipales, ya se están ejecutando obras de consolidación del edificio principal y y también de demolición de los otros elementos que, al no estar protegidos, desaparecerán. Estos trabajos cuentan con la licencia y ambos son proyectos avalados previamente por la Comisión Provincial de Patrimonio.

La actividad que se puede ver en la finca, toda una manzana entre la Avenida de Miraflores y la Carretera de Carmona, supone un paso adelante hacia la recuperación de un complejo fabril declarado en 2001 Bien de Interés Cultural, dos años después de cerrar definitivamente sus puertas y trasladar temporalmente la empresa a otro enclave. Un patrimonio abandonado que hace más de una década movilizó a una plataforma ciudadana para salvar uno de los escasos ejemplos que ha pervivido de la arquitectura de la primera expansión industrial de Sevilla. Una nave principal, tres auxiliares, chimenea y hornos en un lugar considerado de interés etnológico e, indudablemente, industrial.

Hace años ya hubo un proyecto, pero la sociedad que poseía la mayor parte de los suelos quebró, circunstancia que agravó la situación del conjunto fabril, expoliado y ocupado ilegalmente. No ha sido fácil reconducir el futuro de una finca que sigue arrastrando algunos problemas, pero el Ayuntamiento de Sevilla logró cerrar en el anterior mandato un acuerdo con la junta de compensación de la fábrica que permitió desbloquear su situación de un enclave estratégico en la ciudad.

¿Cómo se hizo? Garantizando por parte del Ayuntamiento de Sevilla que los usos residenciales (hay 200 viviendas proyectadas) son compatibles con la protección del patrimonio que encierra la finca y debe protegerse. Y algo más, fijando que estos elementos se conserven y se cedan a la ciudad para generar nuevos equipamientos para el barrio, en total, una superficie de 1.578 metros cuadrados catalogados como suelo de interés público y social.

Ventanas tapiadas en la nave principal.
Ventanas tapiadas en la nave principal. / Juan Carlos Vázquez

El siguiente paso ahora es velar por el cumplimiento de este acuerdo. Según el gobierno municipal, no se ha detectado ninguna infracción y se están cumpliendo los requisitos fijados en la licencia en lo que se refiere a la protección de los bienes históricos, una responsabilidad que, en cualquier caso, recae sobre la Comisión Provincial de Patrimonio.

Este desbloqueo se produjo tras más de una década de movilizaciones de vecinos y defensores del patrimonio histórico que ahora exigen conocer la situación actual del acuerdo y el proyecto, así como las fechas de actuación sobre los elementos protegidos.

Chimenea del conjunto fabril, muy deteriorada.
Chimenea del conjunto fabril, muy deteriorada. / Juan Carlos Vázquez

Según el acuerdo, la junta de compensación asume las obras de consolidación de los inmuebles antes de su cesión obligatoria y gratuita al Ayuntamiento de Sevilla, lo que supondrá una inversión estimada de 430.000 euros. Esta parte privada también debe urbanizar el entorno de los bienes protegidos, así como la mejora de la conservación del arbolado. En concreto, hay áreas libres que comprenden los terrenos que rodean por el sur el recinto original de la Fábrica de La Trinidad que se quedarán como plazas urbanas y viarios con pequeñas zonas ajardinadas con arbolado, en total, 14.000 metros cuadrados de espacios libres. Y se construirán, como estaba previsto en el PGOU, un máximo de 240 viviendas.

La movilización para salvar La Trinidad se ha ido fortaleciendo año tras año desde 1999. Una lucha tenaz que ha llegado incluso en dos ocasiones hasta la Fiscalía y que se vio recompensada cuando en junio de 2018 el pleno municipal aprobó el nuevo PERI NO 5, que consolida la histórica reivindicación al ampliar la protección del complejo. La plataforma se fijó como objetivo aportar su voz en las decisiones municipales y, por ello, solicitó el 15 de noviembre una reunión con Urbanismo para conocer la situación las licencias y actuaciones en marcha en la fábrica. Así como una visita a su interior. El pasado 4 de febrero se celebró una primera reunión donde la plataforma requirió de nuevo esta información y expuso su preocupación por los trabajos que se observan desde el exterior: ventanas rotas y tapiadas y envoltorios plásticos sobre las uralitas que deberán retirarse.

Éste es uno de los desarrollos urbanísticos claves y pendientes en la actualidad, junto con Palmas Altas, Altadis, la Gavidia o el entorno de la estación de Santa Justa, donde también habrá movimiento en breve.

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