Objetivo Sevilla: el mapa soviético de 1977

El rastro de la Historia

Durante la Guerra Fría, la URSS cartografió la ciudad con alta calidad y detalle, destacando los edificios militares, gubernamentales, energéticos e industriales

Detalle del mapa soviético de Sevilla de 1977. / DS
Silverio

29 de mayo 2024 - 06:00

Solemos ambientar la Guerra Fría en ciudades frías y brumosas, como Berlín o Moscú. Sin embargo, como a nadie se le escapa, este largo conflicto por la hegemonía global que enfrentó a EEUU con la URSS afectó prácticamente a todos los países del mundo, entre ellos España, que tanto con la dictadura de Franco como con la Democracia se alineó con el llamado Bloque Occidental. Es decir, se convirtió en objetivo soviético. Esto se entiende mejor si sabemos que la doctrina militar de la OTAN contemplaba transformar la Península Ibérica en un gigantesco aeropuerto desde el que organizar la reconquista de Europa en caso de que los tanques rusos llegasen a Los Pirineos. El Estrecho de Gibraltar era otro de los grandes valores geoestratégicos de nuestro país.

En este contexto se inserta, gracias a los Pactos de Madrid de 1953 entre España y EEUU, la creación en Sevilla de dos bases aéreas norteamericanas: la de San Pablo (ya desaparecida) y la de Morón de la Frontera, aún operativa. Asimismo, muy cerca de la ciudad se construyó la base aeronaval de Rota, guardiana de la entrada y salida del mar Mediterráneo. Todo esto hizo que la Rusia comunista se fijase en Sevilla, hasta el extremo de cartografiarla con un detalle que ni siquiera tenían los planos españoles. Nos referimos al mapa de 1977 realizado por la el Estado Mayor General de la URSS, firmado por el teniente coronel G. F. Shapovalov.

El mapa soviético de Sevilla pertenece a una de las empresas cartográficas más ambiciosos de la historia. La URSS, para sustentar sus pretensiones hegemónicas, inició un plan secreto que pretendía elaborar planos de todo el mundo. El cálculo es que se llegaron a ejecutar más de un millón de mapas de los lugares más variados del mundo, entre ellos unas dos mil ciudades. En concreto, de España se cartografiaron 49 ciudades, de las que nueve eran andaluzas.

Aunque debido al secretismo que envuelve todo lo relacionado con este proyecto no se sabe muy bien cómo se realizó dicho mapa de Sevilla, se estima que los técnicos soviéticos tuvieron que usar cartografías españolas, guías de viaje y fotos de los satélites Zenit-4MK, que operaron entre 1970 y 1980 y tenían una excelente tecnología fotográfica para la época. Asimismo, se debió requerir la presencia en Sevilla de agentes a pie que aportasen información suplementaria, como la ubicación exacta de instalaciones militares, industriales, de gobierno, etcétera. Esto nos recuerda los pocos estudios sobre las operaciones de espionaje que tuvieron a Sevilla como escenario en los años de la Guerra Fría. Todo un reto para la historiografía local.

Como se afirma en el libro Sevilla, cartografía histórica. Planos y mapas, siglos XVI al XX, dirigido por Manuel Olmedo Granados, el mapa soviético de Sevilla, que está realizado a escala 1:10.000 y editado en dos hojas, es "una magnífica representación de la ciudad en el tránsito de su gran expansión urbana y metropolitana durante el último tercio del siglo XX". Su valía es considerable si se tiene en cuenta que "apenas había otra imagen cartográfica del conjunto de la capital a su escala que pudiera equiparársele". Lo que en su día tuvo un uso militar, hoy es una excelente fuente de estudio para las profundas transformaciones de Sevilla en las últimas décadas.

Que es un mapa para uso militar no hay duda. De hecho, los elementos de mayor interés estratégico se resaltan en diferentes colores: púrpura para los edificios gubernamentales; verde para los militares, centros de comunicaciones y depósitos de combustible; y negro para la industria civil y militar. Sin embargo, uno de los mayores estudiosos del documento, Joaquín Cortés, alguna vez ha destacado que no es un mapa sin errores. De hecho contiene varios, como el de señalar al entonces activo Hospital de las Cinco Llagas como un edificio militar, o marcar como edificios industriales los cuarteles de Bellavista, entonces sedes de dos unidades militares de gran importancia: el Regimiento de Artillería de Campaña 14 y el regimiento de Caballería Sagunto 7. Además, a la Fábrica de Hispanoaviación de Triana la considera en activo cuando ya estaba abandonada.

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