La ventana
Luis Carlos Peris
Reventa y colas para la traca final
La foto se hizo esperar. Los sevillanos amanecieron con la curiosidad de ver a Barack Obama paseando por el centro histórico de la capital. Pero el líder político, tras aterrizar de madrugada en el aeropuerto de San Pablo, pasó la mañana en el hotel Alfonso XIII, desde el que se desplazó a Fibes, donde ha participado en la cumbre mundial del turismo.
Obama se convirtió ayer en el mejor embajador de Sevilla. “Visiten esta ciudad es preciosa y espectacular”, apuntó nada más salir al escenario en el Auditorio de Fibes para charlar, así se denominó el encuentro, con el presidente de los hoteles Hilton, Chris Nassetta, en un improvisado show que fue el plato fuerte de la cumbre mundial. La jornada iba de viajes y Obama habló, entre otros temas, de sus experiencias como turista.
De Sevilla se llevó ayer la experiencia del Alcázar y el casco histórico en una agenda corta y privada que incluyó por la noche una cena informal y con amigos. ¿Dónde? En un restaurante coqueto de la Plaza del Cristo de Burgos, en el centro de la ciudad. Restaurante Bache San Pedro, que lleva ya unos años funcionando con el mismo nombre en Madrid.
Según ha podido saber este periódico, Obama habría cenado también con Carlos Rosado, presidente de Spain Film Commision, la entidad que entregará este jueves un reconocimiento a James Costos, el ex embajador de EEUU que hizo de cicerone junto con su pareja ayer en Sevilla para Obama. Costos será nombrado embajador de honor en un acto que tendrá lugar en la Plaza de España, lugar de algunos de los rodajes que él ha impulsado. Su papel fue determinante para atraer hasta Sevilla rodajes como el de Juego de Tronos.
¿Y por qué este local y no cualquiera de los casi 4.000 que ofrece la capital? El chef es Ale Alcántara, un gaditano que muy joven se trasladó a Madrid, a la cocina de NEO, capitaneada por un vanguardista Iván Sanchez (Kabuki).También trabajó a las órdenes de Martín Berasategui en Lasarte, para después pasar al Ritz Carlton Abama de Tenerife. Siguiente parada en Londres, donde se impregnó de la mezcla de culturas de la City y afianzó sus deseos de seguir formándose de la mano de los grandes. Para ello, se traslada a Brasil para pasar por las cocinas de la gran figura de la gastronomía latinoamericana Alex Atala. Luego, ya de nuevo en España, estuvo en la cocina de Azurmendi, del chef Eneko Atxa. Y aluego en Arola Gastro, en Madrid, haciéndose cargo de la partida de panadería y pastelería del buque insignia de Sergi Arola. Un currículum impresionante para un cocinero andaluz que guarda también mucha relación con José Andrés, el chef español que triunfa con su restaurante en Washington.
¿Cuál fue el menú elegido? Es seguro que está basado en productos gaditanos, como casi toda la carta. La cocina de este local es de mercado pero con toques innovadores. Alta cocina de estrellas perfeccionada en fogones con estrellas Michelín. ¿Alguna sugerencia? Si la hora no acompaña para pedir alguno de los guisos del día, suele triunfar los huevos de campo con camarones y patatas revolcadas con chorizo, el tajín de carrillada de cerdo ibérico o la ensaladilla de carabineros con emulsión de su coral.
La visita, aunque breve, salda la deuda con la ciudad que se había preparado y blindado para acoger en 2016 al entonces presidente de EEUU. Tres años después, el viaje ha sido posible y servido para dar un espaldarazo a la estrategia de proyección exterior puesta en marcha por el gobierno de Juan Espadas.
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