Una ONG del Pumarejo pide ayuda para seguir ofreciendo comidas

Son voluntarias de Mujeres Supervivientes, que han llegado a alimentar a 190 personas

El Palacio del Pumarejo se rehabilitará tras décadas de espera

El comedor social que gestiona la asociación Mujeres Supervivientes en el Pumarejo en 2019.
El comedor social que gestiona la asociación Mujeres Supervivientes en el Pumarejo en 2019. / Juan Carlos Vázquez
R.S.

04 de junio 2022 - 17:49

Un grupo de voluntarios de la ONG Mujeres Supervivientes colabora semanalmente en la preparación y entrega de comidas, que ellos mismos elaboran en la Casa del Pumarejo, en el casco histórico, destinadas a los colectivos más desfavorecidos y en riesgo de exclusión social, “sin importar su procedencia y sin que tengan que acreditar su situación”.

“Solo recibimos aportaciones del Banco de Alimentos de Sevilla y de algún vecino de forma ocasional. Hemos solicitado ayuda a las administraciones públicas, pero nos han dado la espalda; la desafección es muy grande, cuando hemos llegado a ofrecer comidas a 190 personas en plena pandemia”, asegura Antonia Ávalos, presidenta de la ONG.

Los recursos que poseen son escasos, por lo que la continuidad del proyecto social es cada vez más difícil. “Ha habido ocasiones en las que un vecino nos ha traído cinco pollos; en otros casos nos han dado 50 euros para resolver la comida de un día para un centenar de personas, pero el reto cada semana es muy grande”, afirma Adriana Ciccaglione, voluntaria venezolana.

“El comedor siguió en funcionamiento durante la pandemia. Entendimos que debíamos estar allí colaborando, aunque permaneciéramos en primera línea de batalla frente al Covid-19”, añade. “Son personas como tú y como yo, que visten como cualquiera de nosotros, salvo por la mirada baja. Es gente del barrio: personas en paro, sin familias, sin hogar y, en muchos casos, víctimas de la violencia”.

Los que acuden a este comedor social son personas andaluzas en un 90%. Van muy pocos migrantes, subraya Adriana. El número de usuarios que acude al comedor varía según las fechas. “Hemos llegado a servir más de 150 comidas, pero la media está entre 85 y 90 a la semana. En estos momentos, el centro está pendiente de nuevo de abrir sus puertas, por lo que seguimos funcionando con tuppers”.

La entidad social reclama más apoyo financiero y “aspira” a una casa de acogida donde atender a los colectivos más desvaforecidos, en especial víctimas de la violencia de género, “ya que estamos en una casa apuntalada”.

El anuncio del Ayuntamiento de Sevilla de iniciar el proceso de licitación de la primera de las dos fases de obras para la rehabilitación del Palacio del Pumarejo ha sido acogido con satisfacción por la ONG, que convive con medio centenar de entidades y colectivos sociales en ese histórico inmueble. La ONG no teme un desalojo porque el gerente de Emvisesa, Felipe Castro, les aseguró que no se preocuparan, ya que las obras se centrarán en un extremo del edificio que no afectará a su labor y que tras esa fase se trasladarán allí para empezar en la otra parte del inmueble.

La ONG desea que el edificio se convierta en una zona de convivencia para víctimas de violencia, mayores y diferentes usos, desde un comedor social a una ludoteca.

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