Tribuna Económica
José Ignacio Castillo Manzano
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Rocío 2018: el Plan Romero
SEVILLA/Es un asunto que se pone de manifiesto cada año en la asamblea comarcal de las hermandades rocieras de Sevilla. La Raya Real, el cortafuegos por donde más peregrinos van a la aldea almonteña, está saturada. Congestionada. Como la vía principal de una ciudad en hora punta. Hace falta buscar caminos alternativos, pero la ley lo impide. El tránsito por este enclave -dentro ya de la provincia de Huelva- es el principal punto crítico del Plan Romero que compete a la Delegación del Gobierno de la Junta en Sevilla, que vela por la seguridad de los peregrinos hasta el puente del Ajolí, entrada natural del Rocío.
Este dispositivo de seguridad, que cumple 36 años, es el de mayor envergadura que se desarrolla en el sur de Europa. En su ya dilatada historia ha ido evolucionando y dando respuesta al incremento de romeros. También se ha adaptado a los cambios tecnológicos, para contar con el instrumental más moderno con el fin de controlar todos los movimientos de las hermandades. A nivel general dispone de 6.000 efectivos. De ellos, 2.500, casi la mitad, desarrollan la labor en Sevilla. Esta cifra se debe al elevado número de comitivas que transitan por los caminos de la provincia. De las 121 filiales que peregrinan en esta romería, 67 -el 55%- lo hacen a través de los municipios sevillanos.
El Plan Romero en Sevilla se activa hoy y se mantendrá en funcionamiento hasta el jueves 24 de mayo, cuando regresen a sus templos las últimas hermandades. Es la puesta en escena del trabajo de un año entero. "Ya estos días estamos preparando el Rocío de 2019", explica Antonio Pajuelo, jefe del Servicio de Protección Civil y principal responsable del desarrollo de este dispositivo en los caminos de Sevilla. El hecho de que se ponga en marcha hoy obedece a que en esta jornada empiezan a llegar a los principales puntos de seguridad las hermandades que salieron la semana pasada. El primero de ellos es el cruce del Guadalquivir en Coria del Río, cuyo ayuntamiento colabora activamente en este plan, como también lo hacen los de Aznalcázar y Villamanrique de la Condesa, cuyos términos municipales los atravesarán esta semana las 67 comitivas.
Las distintas sendas que toman los romeros concluyen en un único punto: la Raya Real, el cortafuegos que discurre en su mayor parte por la provincia de Huelva y que conduce directamente al Rocío. Hace un siglo la transitaban 12 hermandades. Ahora lo hacen 67. Por el mismo sitio. Esto provoca un "atasco" que genera problemas de seguridad. "Aunque la Raya entra en los dominios de Huelva, es a la delegación sevillana a la que le compete velar por su seguridad, pues el criterio que impera en el dispositivo es ir siempre en el sentido que toman las comitivas, nunca al contrario", explica Pajuelo. Las corporaciones rocieras, con la Matriz de Almonte al frente, llevan años advirtiendo de la saturación de esta senda y de la necesidad de que se permita el paso por otros caminos naturales para alcanzar la marisma, meta de los peregrinos. El presidente de la Matriz, Juan Ignacio Reales, realizó tal petición en este periódico el año pasado en vísperas de Pentecostés. Una solicitud cuya respuesta, por ahora, resulta inviable.
El responsable del Servicio de Protección Civil afirma que existen otros senderos y cortafuegos para ser cruzados, pero la normativa medioambiental es muy restrictiva sobre su uso. Pajuelo alude a los Planes de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) y a los Planes Rectores de Uso y Gestión (PRUG), que dedican un apartado especial al tránsito de los romeros por el entorno de Doñana. "La legislación, que se aprobó hace dos años, sólo permite el paso de los peregrinos por los caminos tradicionales. Es decir, por la Raya Real. Por lo que no pueden hacerlo por sendas por donde nunca lo han hecho", añade. En este punto detalla que el Rocío se encuentra dentro de una reserva natural de la biosfera, y que "sólo a los rocieros" les está permitido su uso.
Otro aspecto a tener en cuenta es el uso de los vehículos por esta zona. La Matriz de Almonte incidió el año pasado en que las corporaciones rocieras están cada vez más concienciadas de la necesidad de incrementar la tracción animal en lugar de la mecánica. Sin embargo, la realidad que se constata cada año por las arenas es bien distinta. "En Sevilla capital, excepto Triana y el Salvador, todas han prescindido de las carretas de bueyes, menos la del Simpecado. Es muy difícil a estas alturas que los rocieros se priven de ciertas comodidades y que hagan uso exclusivo de los animales", advierte Pajuelo.
La coordinación del Plan Romero en los caminos de Sevilla se lleva a cabo desde Villamanrique de la Condesa, el municipio que da paso a la Raya Real. Aquí se establece uno de los tres puestos de mando avanzado (PMA) con los que cuenta el dispositivo a nivel regional. Los otros dos se encuentran en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) y Almonte (Huelva). Los tres están supervisados por el Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi), situado en el Rocío.
El PMA de Villamanrique se creó en 1996. En sus primeros años estuvo cobijado bajo una carpa. Luego se trasladó a un edificio multiusos del Ayuntamiento manriqueño, que lo desaloja completamente y lo pone a la entera disposición del Plan Romero. Llegadas estas fechas se traslada a dichas instalaciones todo el material necesario: teléfonos, ordenadores, cámaras y hasta el cátering necesario para el personal que trabaja en él. "En los días que permanecemos aquí hacen falta 680 comidas", refiere Pajuelo.
Todos los días, sobre las 10:00, se celebra una primera reunión en la que se hace balance de la jornada anterior. A la cita acude un representante de cada cuerpo de seguridad que conforma el dispositivo. Durante este encuentro se llama a los alcaldes de carreta de cada hermandad que pasa por Sevilla. Se les pregunta por las incidencias que se hayan producido y que hayan afectado a los horarios, peregrinos y animales.
Pajuelo incide en el primero de los aspectos, el cumplimiento de los horarios. "Muchos peregrinos se escudan en que esto no es la Semana Santa y que no hay que ser tan estrictos. Pero, por el bien de todos, debe existir una disciplina en los caminos. Una hermandad no puede llevarse una hora en el Quema cantándole a su Simpecado. La masificación que sufren los caminos lo impide", destaca el jefe del Servicio de Protección Civil, que advierte que "cualquier retraso que se produzca conlleva a que los recursos de seguridad no se encuentren disponibles para una hermandad cuando llegue a un determinado enclave, por lo que tendrá que esperar".
De los 2.500 efectivos que trabajan en el Plan Romero esta semana, muchos de ellos se trasladan el fin de semana al Rocío, cuando se activa el Plan Aldea. Una vez que la Blanca Paloma vuelva a su altar tras la procesión, se activa el dispositivo de regreso, con el mismo número de personas encargadas de la seguridad de los romeros.
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