El parqué
Jaime Sicilia
Quinta sesión en verde
exigencia de la agencia estatal de seguridad aérea
El aeropuerto de San Pablo sigue inmerso en una profunda remodelación y ampliación de la terminal para recibir más pasajeros. Con la reforma se mejorará la experiencia de los viajeros al agilizar los pasos que deben seguir hasta montarse en el avión, y se adecuará la infraestructura a las nuevas normativas en materia de accesibilidad. Los trabajos se centran estos días en el ensamblaje de la terminal con la nueva zona sur, lo que supondrá la demolición de parte de la fachada actual. Hay más. La renovación del vallado perimetral para evitar intrusos.
El proyecto es imprescindible, ya que consiste en adaptar esa valla metálica a los requisitos técnicos de seguridad perimetrales que aparecen recogidos en el manual de los aeropuertos elaborado por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA). ¿Cuál es el alcance de la intervención en San Pablo? La sustitución del vallado acorde a la normativa en los tramos en mal estado; la eliminación de los árboles que constituyen un peligro de intrusión al recinto aeroportuario; la sustitución de cancelas aeroportuarias por otras que cumplan la normativa; la demolición de las infraestructuras en desuso; y la instalación de rejillas anti-intrusión en los drenajes. Estos trabajos no incluyen ningún sistema de seguridad que complemente a la obra civil del vallado.
Las reformas necesarias para adaptar el vallado a la normativa exigida por la AESA se dividen principalmente en dos, actuaciones en el vallado perimetral y demoliciones de infraestructura existente. El objetivo principal es evitar el peligro de intrusión debido a que el cercado no cumple con los requisitos de seguridad.
Dentro de esta actuación se presentan varios tramos analizados por los técnicos. El primero está formado por una vegetación densa o muy densa sobre el vallado del aeropuerto, y lo que se propone es la eliminación de esas plantas y la sustitución completa de la valla incluida la base. Un segundo tramo de vallado incumple la normativa por altura, perfil de tubo, murete o bayoneta. Se requiere su sustitución íntegra por un tipo prefabricado modular. El tercero es una zona en la que es necesaria que la valla tenga el doble altura debido al peligro de intrusión que conlleva la presencia de edificaciones residenciales cercanas o carreteras auxiliares.
Otro de los tramos analizados son las cancelas, que deberán ser sustituidas las que se encuentren fuera de la normativa de seguridad por otras nuevas de doble hoja con cinco metro de ancho. Además, es necesario la dotación de carteles de identificación en todas esas cancelas, soluciones de drenaje especiales, e instalaciones de barras en las trampas detectadas que no cumplen las directrices de AESA.
¿Cuáles son las actuaciones que contempla el proyecto? Las demoliciones del vallado existente que incumple la normativa y antiguas estructuras en desuso; la ejecución de un nuevo cercado perimétrico conforme a la normativa de seguridad; la sustitución de las cancelas en mal estado; la eliminación de árboles y arbustos considerados como peligro para la seguridad; la instalación de rejillas anti-intrusión en los drenajes; y la dotación de carteles identificativos de todas las cancelas.
Los técnicos demandan la demolición de algunas construcciones como la antigua halconera, una edificación tipo casa que se encuentra en desuso y no permite la visión desde el camino perimetral al vallado. Sus dimensiones son de 280 metros cuadrados. Otra estructura que será demolida es el radar de Enaire, también desuso y dificulta las labores de mantenimiento con maquinaria entre la zona de Airbus y el cercado del aeropuerto. Las dimensiones del edificio de hormigón son de 165 metros cuadrados. Existe una edificación auxiliar similar a un centro de transformación que tiene 14 metros cuadrados y la estructura metálica de la propia antena del radar.
El nuevo vallado se proyectará con módulos prefabricados de hormigón. El murete tendrá dos tubos que permitan el recorrido de cableado para futuras instalaciones de seguridad. En las especificaciones aparece que se utilizarán piezas de tres y seis metros. Ese murete tendrá perforaciones que permita el drenaje natural del agua. Sus dimensiones son de 50 centímetros de ancho por 80 centímetros de alto, quedando enterrados cuarenta centímetros para hacer de cimentación. Los postes se repetirán cada tres metros durante todo el recorrido del vallado, y la malla serán una rejilla metálica galvaniza. La bayoneta irá en el final del poste unida con el siguiente mediante alambre de espino.
El presupuesto de ejecución de las obras proyectadas para colocar un nuevo vallado que impida el acceso de intrusos al aeropuerto de San Pablo es 1.598.520 euros impuestos excluidos. Dadas las características de las obras e instalaciones comprendidas en el proyecto, los técnicos estiman que el plazo de ejecución de las obras será de diez meses.
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