Sueños esféricos
Juan Antonio Solís
Nadie en el mundo más afortunado que Víctor Orta
coronavirus
Lejos quedan aquellos tiempos en los que las personas vivían pegadas a la lista diaria de casos activos y nuevas infecciones de Covid. Ahora mismo los datos, que tanto tiempo nos han acompañado, pasan totalmente desapercibidos para la mayoría de la población. Y es que estar en torno a los 300 nuevos casos después de todo lo que hemos pasado bien poco es. Pero también porque los sevillanos saben que hoy por hoy ya son muchos los que una vez contagiados, sabiendo que lo están y con síntomas leves, deciden no notificarlo al Servicio Andaluz de Salud (SAS), pues como ya se puede ir a trabajar manteniendo las precauciones, no consideran necesario avisar.
No obstante, con más repercusión o con menos los datos están ahí. Y, tras un inicio de otoño marcado por los descensos o por las subidas moderadas casos, la llegada del frío trae cambios en la circulación del virus. Lo dicen las aguas residuales.
¿Estamos a las puertas de una nueva ola? Según el análisis de presencia de SARS-CoV-2 de las aguas residuales de las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDARs) y nodos de la red de saneamiento de nueve municipios de Sevilla, realizado por la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, de la Consejería de Salud y Consumo, se ha detectado un "aumento mayoritario" en la provincia, aunque más acusado en las EDARs que prestan servicio a Sevilla capital.
En concreto, la presencia de Covid está en situación de aumento en las muestras tomadas de las aguas residuales de las depuradoras de Copero, que da servicio a toda la cuenca sur de Sevilla, la población de Dos Hermanas y el polígono industrial La Isla; Ranilla, zona este de Sevilla y las de Alcalá de Guadaíra; y San Jerónimo, que depura las aguas residuales de la zona norte de Sevilla, las de la Isla de la Cartuja y las procedentes de los núcleos poblacionales de La Rinconada, San José de la Rinconada y Alcalá del Río. Los niveles de copia genómicas del virus por litro se situaban en la primera semana de noviembre en 41.000, 56.000 y 80.000, respectivamente. Siete días antes eran de 12.000, 7.400 y 8.600.
Por su parte, en las EDAR Tablada (zona oeste de Sevilla y municipios de Camas y San Juan de Aznalfarache) y Mairena-El Viso, la circulación del virus se mantiene estable, respecto a la semana anterior.
Este aumento podría significar que ha comenzado una nueva ola, puesto que, por lo general, desde que empezó la pandemia, estos incrementos sostenidos en el tiempo han correspondido con el inicio de las distintas ondas epidémicas.
Ahora bien, por el momento, la transmisión registrada en las aguas residuales no se ha traducido en un incremento muy significativo de la incidencia de mayores de 60 años. Según los últimos datos actualizados en el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), Sevilla es la segunda provincia andaluza en la que el coronavirus tiene la menor tasa de incidencia con 61,7 casos por cada cien mil habitantes. En la comunidad, la media supera los 76 casos.
Además, cabe destacar que, con una vacunación que cubre casi al 90% de la población suceptible de recibir el pinchazo contra el Covid -esto es, mayor de cinco años-, esta subida en el número de casos no se percibe tampoco en los hospitales donde, según el último balance de la Junta se encuentran ocupadas por esta enfermedad 59 personas, de los que tres son casos graves y están en la UCI.
Finalmente, cabe señalar que, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, la variante BA.2, BA.4, BA.3, y/o BA.5 de ómicron son las mayoritarias, con el 100% de las detecciones en la provincia.
Así, habrá, por tanto, que esperar a ver si la tendencia ascendente en las aguas residuales se traduce en la nueva ola de transmisión otoño-invernal que vaticinaban la mayoría de expertos.
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