La Nao Victoria 500 atraca junto a la Torre del Oro

Este barco se convertirá en un museo flotante que completará la oferta del Centro de Interpretación de la Primera Vuelta al Mundo

La arboladura de la nave, una maniobra muy espectacular, se llevará a cabo a lo largo de la semana

La Nao Victoria 500 llegó esta noche a Sevilla. / Marcos Pacheco
María José Guzmán

09 de marzo 2020 - 09:19

Por fin está en Sevilla. La Nao Victoria 500, la nueva réplica del barco que hace 500 años llegó al puerto de Sevilla tras lograr la mayor hazaña naval de la historia, ha sido trasladeada esta noche desde el Muelle de Tablada al espacio que ocupará de forma permanente junto a la Torre del Oro, donde quedará anclada para convertirse en un auténtico museo flotante.

La Nao Victoria 500, ante el Puente de Triana. / Marcos Pacheco

La nave, que ha sido construida en un astillero de Punta Umbría, es la guinda para completar la oferta del Centro de Interpretación de la Primera Vuelta al Mundo que abrió sus puertas el pasado mes de agosto para conmemorar este hito universal.

Algunas cifras de la construcción de la nao

24 metros de eslora para una nao con 7 metros de manga y un puntal de otros 7 en popa.

320 metros cuadrados de velas para un aparejo que está limitado a los 100-110 grados con respecto a la proa.

80 toneladas de lastre. La quilla del barco se rellenará con 20.000 kilos de plomo pero hará falta incluir algún hierro o mineral pesado más.

180 toneladas pesará la nao cuando esté terminada. En su construcción se han usado 65 m3 de madera de iroko verde, de los cuales un 25% se ha desperdiciado en los cortes.

La intención, según han confirmado fuentes de la Fundación Nao Victoria, es realizar la arboladura del barco a lo largo de la semana. Es una maniobra muy esperada que se desarrollará en Marqués de Contadero.

El barco fue botado en Punta Umbría el 10 de febrero y ahora ha sido remolcado hasta Tablada. Ha navegado por el río sin palos ni velas bajo los puentes, dada la altura de éstos. En concreto se colocarán palos, 320 metros cuadrados de velas y jarcias. Un momento espectacular que también permitirá viajar en el tiempo, pues las labores requieren de un trabajo artesanal que también se ha perdido.

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